Ansiedad por drogas y alcohol

Ansiedad por drogas y alcohol

La ansiedad y la adicción o el abuso del alcohol (LA VERDAD MÁS PROFUNDA)

La ansiedad, a veces llamada nerviosismo, es un trastorno emocional común con diferentes niveles de intensidad. Una persona con ansiedad suele tener ataques crónicos y continuos de preocupación, miedo o inquietud, normalmente desproporcionados con respecto a los problemas reales a los que puede enfrentarse en su vida diaria. Los síntomas físicos de la ansiedad pueden incluir sudoración, temblores, presión arterial elevada y respiración rápida.

La ansiedad ocasional ante un acontecimiento estresante o incómodo es normal. Sin embargo, si una persona siente niveles desproporcionados de ansiedad o ésta se presenta de forma casi continua, podría diagnosticarse como un trastorno de ansiedad.

Siempre que sea posible, las benzodiacepinas sólo deben utilizarse a corto plazo y con extrema precaución debido a la somnolencia, la sedación, los problemas de juicio, el deterioro de la memoria y el riesgo de adicción. Estos medicamentos deben evitarse en pacientes con antecedentes de abuso de opioides o de otras sustancias. Las benzodiacepinas pueden ralentizar o detener la respiración, especialmente si ha consumido recientemente un medicamento opiáceo o alcohol.

¿Cuál es la relación entre la ansiedad y el consumo de alcohol?

Al igual que el tiempo es estable y cambiante, nuestras emociones también lo son. Por eso, a veces nos sentimos “decaídos”, “azules” o “deprimidos”, o sentimos pena por una pérdida, una crisis o una decepción. Asimismo, podemos sentirnos ansiosos antes de un acontecimiento de gran presión, de una mudanza o de entrar en cualquier entorno que nos haga sentir inseguros o cohibidos. Podemos preocuparnos por nuestra salud, por el bienestar de nuestros amigos y familiares o por el pago de nuestras facturas. Si nunca nos sintiéramos tristes, ansiosos o preocupados en nuestra vida, no seríamos humanos.

  Problemas para tragar ansiedad

Todos consumimos sustancias, muchas de las cuales afectan a nuestro estado de ánimo. Tanto si comemos algo que nos da placer (como el chocolate), como si disfrutamos de una copa de vino para mejorar una comida o tomamos un medicamento recetado para controlar el dolor de una lesión reciente, el uso de sustancias es una parte aceptada de la vida.

No es normal ni saludable estar en un estado constante de temor, desesperación o inutilidad. Esto es así tanto si eres hombre como mujer, o si eres un niño, un adolescente o un adulto. Cuando estos sentimientos depresivos, y/o las preocupaciones y ansiedades persisten, cuando están interfiriendo con la vida diaria, y/o cuando están fuera de proporción con cualquier evento desencadenante, puede haber un trastorno clínico subyacente que requiere intervención.

La depresión y la ansiedad se automedican con alcohol y drogas

Muchas personas con depresión o ansiedad consumen drogas y alcohol para intentar sobrellevar la situación. Es muy común, sobre todo en los hombres, tratar de enmascarar o bloquear los síntomas de la depresión o la ansiedad mediante el consumo de alcohol u otras drogas, lo que sólo empeora los síntomas.

  Que es bueno para la ansiedad

Hay muy pocas pruebas disponibles que permitan aconsejar sobre los niveles seguros de consumo de sustancias en personas con depresión o ansiedad. Para una persona con depresión, varias bebidas estándar pueden tener efectos diferentes y más graves en ella que en alguien sin depresión.

Las Directrices australianas para reducir los riesgos para la salud derivados del consumo de alcohol afirman que, para los hombres y mujeres sanos, no beber más de dos bebidas estándar en cualquier día reduce el riesgo de daños por enfermedades o lesiones relacionadas con el alcohol a lo largo de la vida.

Cómo superé la depresión, la ansiedad y la adicción

Las personas con trastornos de ansiedad a menudo también abusan del alcohol o tienen dependencia del mismo. Todos los trastornos de ansiedad implican un miedo excesivo y duradero, y pueden clasificarse según la causa del miedo: trastorno de ansiedad generalizada (situaciones cotidianas), trastorno obsesivo-compulsivo (pensamientos y comportamientos repetitivos), trastorno de pánico (ataques de pánico), trastorno de estrés postraumático (acontecimientos traumáticos anteriores), trastorno de ansiedad social (juicios negativos de los demás) y fobia específica (objetos o situaciones concretas). Cuando las personas con trastornos de ansiedad abusan o son dependientes del alcohol, pueden ser más discapacitadas y difíciles de tratar que cuando tienen cualquiera de las dos afecciones por sí solas. La psicoterapia se utiliza con mayor frecuencia en el tratamiento de los trastornos de ansiedad en personas con problemas de consumo de alcohol. En la psicoterapia se anima a las personas a explorar sus sentimientos, estados de ánimo, comportamientos, pensamientos y reacciones a la causa de su ansiedad. Sin embargo, la psicoterapia no siempre funciona, por lo que es importante comprobar si los medicamentos son una opción de tratamiento eficaz.

  Grupos de ayuda mutua ansiedad y depresión
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad