Ejercicios para disminuir ansiedad
Ejercicios para los ataques de ansiedad
Aunque más de 550.000 personas corren en maratones cada año, no es necesario correr tanto para recibir los beneficios positivos de esta forma de ejercicio. Correr es una forma estupenda de romper con la rutina diaria mientras te centras en ti mismo.
A veces, las preocupaciones cotidianas de la vida pueden crear un estrés adicional. Estos factores estresantes pueden aumentar el nivel de ansiedad de una persona y provocar una depresión. Cuando corres durante al menos 30 minutos, esto te obliga a hacer otra cosa además de centrarte en lo que te estresa.
Una rutina de yoga combina la meditación con ejercicios básicos para ayudarte a mejorar tu salud mental y física. Otro aspecto único del yoga es que puedes elegir hacerlo solo o en grupo.
Practicar yoga con otras personas puede ayudarte a ser responsable de tu programa de ejercicios. También puede rodearte de otras personas con ideas afines que pueden estar sufriendo algunos de los mismos síntomas de ansiedad y depresión que tú sientes.
Estar en el bosque te ayuda a separarte del ajetreo de tu vida y te sitúa en un entorno tranquilo y sereno. Dependiendo del lugar en el que vivas, el senderismo puede ser un reto debido al aumento de la altitud y a otros elementos meteorológicos.
Ejercicios de terapia para la ansiedad
¿Qué hay detrás de la conexión entre más estrés y menos sueño? “Si se desencadena con frecuencia la respuesta al estrés, el cuerpo nunca vuelve a su línea de base”, dice el experto en sueño de Johns Hopkins, el doctor Luis F. Buenaver, C.B.S.M.
“El estrés y las noches de insomnio están estrechamente relacionados”, dice Buenaver. “Si tienes dolor, tiendes a preocuparte o estás afrontando una situación difícil en tu vida, es posible que tengas más hormonas del estrés de lo habitual circulando por tu cuerpo. Una mala noche de sueño añade aún más. Y puede que esas hormonas nunca se descompongan del todo. Es como llevar un motor en quinta marcha todo el tiempo”.
“Las actividades que activan la respuesta natural de relajación del cuerpo sientan muy bien”, dice Buenaver. “Y está demostrado por la investigación que mejoran el sueño. Ayudan a reducir la liberación de las hormonas del estrés, el cortisol y la adrenalina, y a disminuir el ritmo cardíaco y la respiración. Tu cuerpo y tu mente se calman”.
Una de las mejores cosas que puede hacer para proteger y mejorar su salud es mantenerse informado. Su Salud es un boletín electrónico GRATUITO que le sirve de conexión inteligente y sencilla con la experiencia de clase mundial de Johns Hopkins.
El ejercicio curó mi ansiedad
Depresión y ansiedad: El ejercicio alivia los síntomasLos síntomas de la depresión y la ansiedad suelen mejorar con el ejercicio. Estos son algunos consejos realistas que le ayudarán a empezar y a mantenerse motivado.Por el personal de Mayo Clinic
El ejercicio ayuda a prevenir y mejorar una serie de problemas de salud, como la presión arterial alta, la diabetes y la artritis. Las investigaciones sobre la depresión, la ansiedad y el ejercicio demuestran que los beneficios psicológicos y físicos del ejercicio también pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo y reducir la ansiedad.
Los vínculos entre la depresión, la ansiedad y el ejercicio no están del todo claros, pero el ejercicio y otras formas de actividad física pueden aliviar definitivamente los síntomas de la depresión o la ansiedad y hacer que te sientas mejor. El ejercicio también puede ayudar a evitar que la depresión y la ansiedad vuelvan a aparecer una vez que te sientas mejor.
Algunas investigaciones demuestran que la actividad física, como caminar con regularidad, y no sólo los programas formales de ejercicio, pueden ayudar a mejorar el estado de ánimo. La actividad física y el ejercicio no son lo mismo, pero ambos son beneficiosos para la salud.
Ejercicios mentales para la ansiedad y la depresión
Es muy probable que usted, o alguien que conozca, se enfrente a la ansiedad. Uno de cada cinco estadounidenses mayores de 18 años, y uno de cada tres adolescentes de 13 a 18 años, declararon tener un trastorno de ansiedad crónico durante el último año. Y cuando hablo con estudiantes universitarios, no se sorprenden en absoluto de que la friolera del 63% de los estudiantes haya sentido una tremenda ansiedad durante su primer año, según un informe de la National College Health Association.
El precio de la ansiedad puede ser alto: aumenta el riesgo de que una persona sufra otros trastornos psiquiátricos como la depresión, y puede contribuir a la diabetes y a los problemas cardiovasculares. Un estudio aleccionador muestra que las personas con ansiedad tienden a ser más sedentarias y a realizar formas menos intensas de actividad física, si es que hacen alguna. Es irónico, porque atarse las zapatillas y salir a moverse puede ser la mejor solución no médica que tenemos para prevenir y tratar la ansiedad.
Como psiquiatra que estudia los efectos del ejercicio en el cerebro, no sólo he visto la ciencia, sino que he sido testigo de primera mano de cómo la actividad física afecta a mis pacientes. Las investigaciones demuestran que el ejercicio aeróbico es especialmente útil. Un simple paseo en bicicleta, una clase de baile o incluso una caminata rápida pueden ser una herramienta poderosa para quienes sufren de ansiedad crónica. Este tipo de actividades también ayudan a las personas que se sienten demasiado nerviosas y ansiosas ante un examen próximo, una gran presentación o una reunión importante.