El alcohol es malo para la ansiedad

El alcohol es malo para la ansiedad

La ansiedad de la resaca

Después de un día duro, muchas personas abren una botella de cerveza o vino para relajarse y desestresarse. Aunque al principio puede hacer que te sientas mejor, beber alcohol con regularidad puede empeorar el estrés y la ansiedad.

Tomar una copa es una solución rápida pero engañosa. El alcohol afecta a las sustancias químicas del cerebro, ralentizando (deprimiendo) el funcionamiento del cerebro y del sistema nervioso central. Afecta a la parte del cerebro que controla la inhibición (el proceso de frenar tus impulsos o ciertos comportamientos debido a factores como la moral o la falta de confianza). Por eso, después de una o dos copas puedes sentirte menos ansioso y más seguro de ti mismo, o “perder tus inhibiciones”.

Los cambios químicos en el cerebro pueden hacer que empiecen a aparecer más sentimientos negativos, como ansiedad, depresión, ira o agresividad. Esto se debe a que el alcohol afecta a los neurotransmisores del cerebro. Son sustancias químicas que envían mensajes de un nervio a otro del cerebro. El alcohol impide que funcionen correctamente y tiene un impacto negativo en la salud mental y el bienestar.

La culpa de la resaca

La ansiedad es un sentimiento de preocupación o miedo por lo que va a ocurrir.1 Puede ser leve o grave y afectar a sus pensamientos, a su forma de sentir y, a menudo, tiene síntomas físicos como el aumento del ritmo cardíaco, que le hace sudar o temblar.2

La mayoría de las personas se sienten ansiosas de vez en cuando. Es una respuesta humana natural y suele pasar una vez superada la situación, por ejemplo en torno a una entrevista de trabajo. Pero si sus sentimientos de ansiedad son constantes, abrumadores o afectan a su vida diaria, hay cosas que puede hacer y apoyo disponible para ayudarle a manejarla.

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Los médicos utilizan varias categorías médicas relacionadas con la ansiedad: el trastorno de ansiedad generalizada (TAG), la ansiedad social, los ataques de pánico y las fobias.3 Una cosa que tienen en común es que hacen que el cuerpo entre en modo “lucha o huida”, liberando hormonas en el torrente sanguíneo para prepararse para reaccionar o huir.4

El alcohol es un depresor. El alcohol es un depresor que ralentiza los procesos cerebrales y del sistema nervioso central, y puede hacer que inicialmente te sientas menos inhibido.10,11 A corto plazo, puedes sentirte más relajado, pero estos efectos desaparecen rápidamente.

Alivio del estrés por alcohol

Beber alcohol puede reducir temporalmente las preocupaciones, disminuir los niveles de estrés y alejar la mente de los problemas. Sin embargo, el consumo excesivo de alcohol puede provocar un aumento de la ansiedad al día siguiente: un fenómeno que se conoce como “hangxiety”. También puede empeorar la ansiedad existente a largo plazo.

Después de una sesión de bebida, se puede experimentar una resaca. Esto suele conllevar una serie de síntomas físicos, como dolor de cabeza, mareos, fatiga y sensación de malestar. También puede dar lugar a una serie de síntomas psicológicos, como sentirse deprimido, ansioso o con pánico. La ansiedad que se siente durante la resaca se conoce como “hangxiety”. A veces también se denomina “ansiedad de la resaca”, “miedo tras la cerveza” o “ansiedad tras el consumo de alcohol”.

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Para algunas personas, la ansiedad que experimentan después de una noche de copas puede ser tan debilitante que puede hacer que quieran dejar de beber por completo. La experiencia también puede ser especialmente desagradable si la ansiedad se produce junto con los síntomas físicos de la resaca. Cosas como el cansancio, la mala alimentación y la deshidratación (todas ellas comunes después de una noche de copas) también pueden tener un impacto negativo en tu estado de ánimo, haciéndote más emocional y, por tanto, aún más propenso a la ansiedad.

Significado de la ansiedad

La relación entre el alcohol y la salud mental es compleja. Algunas personas pueden beber alcohol para relajarse o para ayudar a hacer frente a las tensiones diarias; sin embargo, el alcohol es una droga depresiva 1 que puede provocar ansiedad y aumentar el estrés. El alcohol puede afectar negativamente a los pensamientos, los sentimientos y las acciones, y contribuir al desarrollo de los problemas de salud mental existentes o a su empeoramiento con el tiempo.

En resumen, aunque el alcohol puede ser una estrategia de afrontamiento habitual, no es una solución eficaz. El alcohol es una droga depresiva que puede afectar a nuestra salud mental y bienestar y dañar nuestro organismo tanto a corto como a largo plazo.

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El alcohol ralentiza el sistema nervioso central. El sistema nervioso central controla los pensamientos y el modo en que el cerebro habla con el cuerpo. Los efectos más inmediatos del alcohol se producen en el cerebro1 y afectan a la forma de pensar, sentir y comportarse.

Aunque una copa de vino o una cerveza después de un día estresante o difícil puede ayudar a relajarse, a largo plazo puede contribuir a aumentar el estrés, la ansiedad y la depresión, y a incrementar el consumo general de alcohol. Esto se debe a que el alcohol modifica el cerebro y esto hace que se agoten las sustancias químicas de nuestro cerebro que ayudan a reducir la ansiedad de forma natural. Como resultado, podemos sentirnos aún más estresados, ansiosos o deprimidos, y luego sentir que necesitamos más alcohol para ayudar a sobrellevar estos sentimientos abrumadores de ansiedad.2

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