Inteligencia emocional y ansiedad
Equipoise y ansiedad
El Comité de Ética e Investigación del Hospital Psiquiátrico de la Cruz, en cumplimiento del Protocolo de Investigación Reglamentaria del Hospital, aprobó este protocolo de estudio (HPC-012-2019). Se obtuvo el consentimiento por escrito de los participantes antes de iniciar la recogida de datos.
Reprints and PermissionsAbout this articleCite this articleObeid, S., Haddad, C., Fares, K. et al. Correlates of emotional intelligence among Lebanese adults: the role of depression, anxiety, suicidal ideation, alcohol use disorder, alexithymia and work fatigue.
BMC Psychol 9, 18 (2021). https://doi.org/10.1186/s40359-021-00525-6Download citationShare this articleAnyone you share the following link with will be able to read this content:Get shareable linkSorry, a shareable link is not currently available for this article.Copy to clipboard
Inteligencia emocional y adolescencia
En el contexto actual, en el que los hábitos y las rutinas han cambiado bruscamente y existe una gran incertidumbre sobre el futuro, es normal sentirse inquieto debido a los pensamientos negativos, el estrés y la ansiedad. Pero estos son los momentos en los que debemos utilizar nuestra Inteligencia Emocional para gestionar nuestras emociones, manejando eficazmente nuestros propios sentimientos para superar estos momentos .
Annibali clasifica la ansiedad como: no conseguir relajarse (tensión muscular y dificultad para dormir), una tendencia acumulada a predecir lo peor y vivir en un estado de preocupación excesiva, asustarse fácilmente y un miedo acumulado al futuro.
El trastorno de ansiedad está relacionado con una falta de equilibrio entre nuestras emociones y la “mente racional”. Según los estudios sobre la actividad cerebral, la ansiedad provoca una alta actividad en la amígdala -el centro emocional del cerebro- y una baja actividad en el córtex prefrontal -la palanca de cambios del cerebro, que toma las decisiones-. Este equilibrio es la clave de la inteligencia emocional. Sin él, podemos ver que la ansiedad es producto de historias personales negativas – “no puedo”- basadas en emociones extremas, que luchan contra pensamientos más racionales. Ejemplos de pensamientos racionales son: “Pide más tiempo”, “Respira hondo y vuelve a intentarlo”, o incluso “No puedes hacerlo ahora, pero lo conseguirás más tarde”.
Inteligencia emocional y depresión
Por lo tanto, el objetivo era comparar la inteligencia emocional y la ansiedad entre seis deportes de combate de atletas femeninos y masculinos de nivel bajo, medio y alto. Partiendo de estas premisas, nuestra primera hipótesis sugería que aquellos atletas que practican deportes de combate y tienen un mayor rendimiento mostrarían una mayor inteligencia emocional y menores niveles de ansiedad, medidos por el ISRA que los atletas de deportes de combate con un menor rendimiento. La segunda hipótesis se refiere a las diferencias de género, siendo que las mujeres que entrenan y compiten en deportes de combate tendrán puntuaciones de ansiedad más altas que los hombres, medidas a través del ISRA.
El presente estudio es un estudio transversal. Se aplicó un método descriptivo en el que se analizó la ansiedad y la inteligencia emocional de los deportistas según su nivel competitivo. Como variables dependientes se utilizaron: la inteligencia emocional y la ansiedad; y como variables independientes: los niveles competitivos (bajo, medio y alto) y el género (masculino y femenino). Las medidas se llevaron a cabo en dos situaciones: (a) competiciones cuando los atletas estaban en procedimientos de clasificación y pesaje (24-h antes de la competición); y (b) durante los entrenamientos nacionales. Todas las mediciones fueron realizadas por un solo investigador, aplicando primero el ISRA y luego el TMMS-24. Los objetivos y riesgos del estudio fueron informados a los participantes y éstos firmaron el Formulario de Consentimiento Informado. Este protocolo fue aprobado por el Comité de Ética de la Investigación de la Universidad en la que se realizó.
Test de inteligencia emocional
Son tiempos turbulentos, especialmente para los contables, dice Sharon Critchlow, miembro del Consejo de la ACCA. Nos gusta el orden y los controles, pero ahora tenemos un entorno empresarial, social y comunitario que es cualquier cosa menos controlado.
Reconozca que sus pensamientos están justificados y comprenda que las emociones no son buenas ni malas, son sólo emociones. Si crees que puedes compartirlo con otra persona, puede ayudarte a obtener claridad. Comprender lo que realmente es puede ayudarte a evitar estar en esa situación con demasiada frecuencia y permitirte construir un mecanismo de respuesta adecuado.
Cuando sientas que esta emoción surge, haz una pausa y reconócela. A continuación, decide qué resultado te gustaría obtener. Aunque muchos de nuestros botones pueden ser presionados, siempre podemos elegir cómo reaccionar. Las respuestas centradas en los resultados se centran en el resultado a largo plazo y en el panorama general.
Dominar la inteligencia emocional, o el Coeficiente Emocional, es una habilidad clave identificada tanto por ACCA en su investigación Professional Accountants – the Future como por las Naciones Unidas como una de las 10 principales habilidades para el año 2020. El resultado final es mostrarse como un ser humano completo, no tener miedo a la transparencia y trabajar para mejorar la comunicación y las relaciones.