La ansiedad provoca pensamientos irracionales

La ansiedad provoca pensamientos irracionales

Prueba de ansiedad anticipada

Todos hemos sentido ansiedad, el nerviosismo antes de una cita, un examen, una competición o una presentación, pero ¿qué es exactamente? La ansiedad es la forma que tiene nuestro cuerpo de prepararse para afrontar un reto. Nuestro corazón bombea más sangre y oxígeno para que estemos preparados para la acción. Estamos alerta y realizamos las tareas físicas y emocionales con mayor eficacia. (Véase también Ansiedad ante los exámenes para obtener consejos sobre cómo afrontarlos).

Es normal sentirse ansioso cuando nuestra seguridad, salud o felicidad se ven amenazadas; sin embargo, a veces la ansiedad puede llegar a ser abrumadora y perturbadora e incluso puede ocurrir sin ninguna razón identificable. Los ataques de preocupación excesivos y duraderos pueden reflejar un trastorno de ansiedad.

Cualquier persona puede experimentar estos síntomas en momentos de estrés. Sin embargo, los individuos con trastornos de ansiedad pueden experimentarlos en ausencia de estrés, con síntomas más graves y/o con varios síntomas que aparecen juntos.

El Trastorno de Ansiedad Generalizada (TAG) se caracteriza por una preocupación y tensión crónicas y exageradas, mucho más que la ansiedad típica que la mayoría de la gente experimenta en su vida diaria. Las personas pueden presentar temblores, espasmos, tensión muscular, náuseas, irritabilidad, falta de concentración, depresión, fatiga, dolores de cabeza, mareos, falta de aire o sofocos.

Ejemplos de pensamientos intrusivos

En la terapia cognitiva, los patrones de pensamiento irracional o los errores de pensamiento se definen como percepciones que distorsionan la realidad. Las distorsiones cognitivas son un conjunto de pensamientos, actitudes y percepciones que influyen negativamente en nuestro proceso de pensamiento. Cuando no se tienen en cuenta, estas distorsiones conducen a la miseria, a una imagen desfavorable de uno mismo y a relaciones poco saludables.

  Llorar ayuda a la ansiedad

Es una tendencia natural de la mente tener algún tipo de sesgo en la percepción, la predisposición o el juicio y es de esperar que suframos patrones de pensamiento negativos de vez en cuando.Sin embargo, los individuos que experimentan ansiedad o depresión son propensos a experimentar estos errores cognitivos durante períodos más largos y con mayor intensidad en comparación con los individuos sin problemas de salud mental.

Existen varios tipos de errores de pensamiento. Por lo general, se observan tanto en la depresión como en la ansiedad, ya que ambos trastornos se solapan en gran medida. Las distorsiones cognitivas más comunes en la depresión y la ansiedad incluyen

Pensamientos intrusivos

Es posible que experimentes sólo unos pocos pensamientos que parezcan locos, muchos pensamientos locos en episodios breves, o que experimentes pensamientos locos todo el tiempo. Los tipos de pensamientos locos pueden cambiar de un tipo a muchos tipos diferentes a lo largo del tiempo.

Estar estresado y ansioso (preocupado, aprensivo, inquieto, temeroso) hace que el cuerpo produzca la respuesta al estrés. La respuesta al estrés segrega hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos del cuerpo para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza -para luchar o huir de ella-, razón por la que la respuesta al estrés se conoce a menudo como la respuesta de lucha o huida[1][2] Una parte de estos cambios afecta al funcionamiento del cerebro.

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Por ejemplo, las respuestas al estrés aumentan nuestra conciencia del peligro, pero al mismo tiempo disminuyen nuestra capacidad de racionalizar (es mejor que reaccionemos inmediatamente ante el peligro que tomarnos tiempo para racionalizar). Debido a este cambio, podemos experimentar un aumento de los pensamientos de peligro, urgencia y calamidad, pero tener una capacidad reducida para darles sentido.

Pensamiento catastrófico

La ansiedad es la respuesta física del cuerpo a una amenaza o a la percepción de una amenaza. Provoca palpitaciones, respiración acelerada, mariposas en el estómago y una explosión de energía, así como respuestas mentales como temores excesivos, preocupaciones o pensamientos obsesivos.

Todo el mundo experimenta ansiedad de vez en cuando. Nos ayuda a evitar el peligro dándonos energía y alerta para escapar. Pero para algunas personas, los sentimientos de ansiedad no desaparecen. Pueden ver las situaciones como mucho peores de lo que realmente son, y su ansiedad afecta a su capacidad de concentración, de sueño y de realizar las tareas habituales. Estos sentimientos pueden estar causados por trastornos de ansiedad.

  Sin apetito por ansiedad

En cualquier momento, si sientes que puedes hacerte daño o tienes pensamientos suicidas, llama a una ambulancia al triple cero (000). También puedes hablar con tu familia o amigos, con tu médico o llamar a un servicio telefónico como Lifeline en el 13 11 14, disponible las 24 horas del día.

Si algunos de estos síntomas afectan a tu vida, es conveniente que hables de ellos con un médico, un consejero o un profesional de la salud mental. Puede llevar tiempo sentirse mejor, pero obtener ayuda profesional puede ayudarle a controlar la ansiedad y reducir sus efectos en su vida y bienestar.

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