La ansiedad te hace sentir enfermo
¿Puede la ansiedad provocar mareos?
Es normal sentirse ansioso, nervioso o preocupado a veces. Quizá te hayas sentido ansioso cuando has tenido que hablar delante de un grupo. O nervioso antes de una prueba o un examen importante. Tal vez te hayas sentido ansioso cuando no estabas seguro de que tu entorno fuera seguro. O te has preocupado cuando un ser querido estaba enfermo.
Los sentimientos de ansiedad pueden ser incómodos, pero sirven para algo. Te advierten de que algo importante para ti está en juego. Con los sentimientos de ansiedad, puedes pensar: “Tengo que hacerlo bien aquí”. O: “Esto cuenta, prepárate”. O: “Ten cuidado”.
La ansiedad pone en marcha la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Es una liberación normal de hormonas que te ayuda a reunir la concentración y la energía que necesitas para un reto o una posible amenaza. La respuesta de lucha o huida provoca las sensaciones físicas que pueden producirse con la ansiedad.
Por ejemplo, cuando estás ansioso, puedes sentir “mariposas” en el estómago. O puede tener las palmas de las manos sudorosas o temblorosas. Puede que notes la boca un poco seca. O que tienes la cara un poco caliente. Puede sentir que su respiración o sus latidos se aceleran. Con la ansiedad, es posible que sientas una o varias de estas cosas.
Señales de que estás enfermo por el estrés
No hay nada peor que una persistente agitación en el estómago. Las náuseas no son nada divertidas, sobre todo cuando no se conoce el origen del malestar. La ansiedad también es una experiencia desagradable, sobre todo si no se cuenta con una terapia de ansiedad con un servicio de emparejamiento de terapias que le ponga en contacto con las personas adecuadas. Si eres una persona propensa a ambas cosas, sabes muy bien que pueden causar síntomas similares, lo que hace difícil determinar exactamente lo que sientes. ¿Experimenta ansiedad y también siente náuseas a veces, pero no está seguro de si están relacionadas? ¿Puede la ansiedad provocar náuseas? Pues la respuesta es que sí.
La ansiedad puede causar síntomas físicos que van desde una leve interrupción de su flujo diario hasta debilitar su vida. ¿Puede la ansiedad provocar cansancio? La respuesta es sencilla: sí. Uno de los síntomas derivados de la ansiedad es lo que se conoce como náuseas por ansiedad. Y, sólo porque tengas ansiedad, no significa que vayas a experimentar náuseas por ansiedad. A menudo, su presencia depende de lo estresado que estés o de la gravedad de tu ansiedad, pero cada persona responde a la ansiedad de forma diferente. Dado que las náuseas son un síntoma de estar estresado, y tienden a disiparse una vez que el estrés desaparece, no es algo de lo que tengas que preocuparte a menos que sean persistentes o se produzcan con regularidad.
La ansiedad puede hacer que te sientas mal durante días
El comportamiento aprensivo hace que el cuerpo active la respuesta al estrés. La respuesta al estrés provoca cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales drásticos en todo el cuerpo que aumentan la capacidad del organismo para enfrentarse a una amenaza: luchar con ella o huir de ella, razón por la que la respuesta al estrés se conoce a menudo como respuesta de huida o de huida[1][2].
El grado de cambios en la respuesta al estrés es proporcional al grado de comportamiento aprensivo. Por ejemplo, un nerviosismo leve produce una respuesta de estrés de grado leve con cambios leves en todo el cuerpo, mientras que estar aterrorizado produce una respuesta de estrés de alto grado con cambios graves en todo el cuerpo.
Debido a los cambios dramáticos causados por una respuesta de estrés de alto grado, podemos sentirnos mal mientras la respuesta de estrés está activa. Muchas personas se sienten mal, e incluso vomitan, se ensucian, tiemblan incontroladamente y no pueden pensar con claridad cuando tienen mucho miedo.
Sin embargo, cuando las respuestas al estrés se producen con demasiada frecuencia, como en el caso de un comportamiento demasiado aprensivo, el cuerpo no puede completar su recuperación. La recuperación incompleta puede hacer que el cuerpo permanezca en un estado de semipreparación de la respuesta al estrés, lo que llamamos “hiperestimulación de la respuesta al estrés”, ya que las hormonas del estrés son potentes estimulantes[3][4][5].
La ansiedad puede hacer que te sientas mal y no tengas hambre
Los trabajos de alta presión pueden crear un estrés psicológico lo suficientemente grave como para tener efectos físicos, desde dolores de cabeza crónicos hasta náuseas o insomnio. Se sabe incluso que el estrés severo puede provocar derrames cerebrales. Si nos encontramos en el tipo de trabajo que supone un golpe para nuestra salud, debemos tomar medidas intencionadas para mejorar nuestro cuerpo y nuestra mente. En primer lugar, intenta identificar la fuente de tu estrés. Cuando aparezcan tus síntomas físicos, anota lo que te ocurre a ti y a tu entorno. En segundo lugar, asegúrate de que haces suficiente ejercicio y tiempo de inactividad mental, de que expresas tus preocupaciones a los demás y de que estableces límites saludables. Por último, si ninguna de estas cosas parece funcionar, considere la posibilidad de buscar un nuevo trabajo.
La ambiciosa abogada se despertó una mañana sin poder moverse, con el lado izquierdo de su cuerpo paralizado. Tenía que ir al juzgado ese mismo día, así que antes de pedir ayuda, cogió el teléfono y llamó a su asistente.
El golpe fue la coincidencia en el barril de pólvora. Durante días, Alyson había ignorado las señales de advertencia, que incluían zumbidos en los oídos, problemas de visión y agotamiento. A sus médicos les costó determinar el origen de la apoplejía -después de todo, la gran mayoría se produce en personas mayores de 65 años-, pero todos ofrecieron su mejor conjetura: el estrés.