Opioides para la ansiedad

Opioides para la ansiedad

Farmacología de los opiáceos: Caja de herramientas para el consejero Episodio 133

Hallazgo clave de la investigación: Los farmacólogos están trabajando para ayudar a mitigar los efectos secundarios perjudiciales de los opiáceos, como la adicción, la depresión respiratoria, el estreñimiento y el consumo de alcohol. Muchos farmacólogos lo hacen desarrollando fármacos que se dirigen a la vía de la proteína G, en lugar de la vía de la β-arrestina, que históricamente se ha asociado sólo con los efectos adversos de los opiáceos.

“Al ignorar la vía de la β-arrestina, se pueden estar perdiendo algunos beneficios terapéuticos importantes, sobre todo en el caso de la ansiedad”, dijo van Rijn. “Somos los primeros en demostrar que la nueva dirección que está tomando el campo -alejarse de la vía de la β-arrestina- es miope. Tenemos que seguir afinando las moléculas opioides para mantener todos los beneficios terapéuticos al tiempo que eliminamos los efectos secundarios perjudiciales.”

Breve resumen de los métodos: Junto con un equipo interdisciplinar de neurocientíficos, farmacéuticos y psicólogos, van Rijn estudió cómo los cerebros, especialmente la amígdala y el hipocampo, de ratones de laboratorio respondían a situaciones que inducían al miedo y la ansiedad. Realizaron experimentos y análisis con y sin el uso de un opioide típico de la vía de la proteína G (en lugar de la vía de la β-arrestina). Simultáneamente, monitorizaron y siguieron a los ratones en busca de comportamientos emocionales.

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La combinación de opiáceos y ansiolíticos puede ser mortal : Shots – Health News Los médicos recetan cada vez más analgésicos opiáceos con benzodiazepinas, medicamentos utilizados para tratar la ansiedad y el insomnio. Esa combinación está causando un pico de sobredosis y muertes, advierte la FDA.

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Entre 2004 y 2011, según la FDA, la tasa de visitas a los servicios de urgencias relacionadas con el uso no médico de ambas clases de fármacos aumentó significativamente. Las muertes por sobredosis por tomar dosis prescritas o superiores a las prescritas de ambas clases de fármacos casi se triplicaron, según el comunicado. “Es nada menos que una crisis de salud pública cuando se observa un aumento sustancial de sobredosis y muertes evitables relacionadas con el consumo conjunto de dos clases de fármacos ampliamente utilizados”, afirmó el Dr. Robert Califf, comisionado de la FDA. El número de pacientes a los que se les recetó tanto un analgésico opiáceo como una benzodiacepina aumentó en un 41% durante el periodo estudiado, según la FDA, lo que se traduce en un aumento de más de 2,5 millones de pacientes con opiáceos que reciben benzodiacepinas.

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El miedo y la ansiedad nos ayudan a defendernos de los daños, y se controlan en gran medida a través de circuitos neuronales de células nerviosas interconectadas y de la actividad sináptica en la amígdala del cerebro, que permiten que las neuronas se pasen señales eléctricas o químicas entre sí.

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“La gente está definitivamente mejor con los tratamientos actuales para los trastornos de ansiedad, que son los mejores que tenemos, pero no siempre son eficaces y muchos tienen importantes efectos secundarios. Por ello, el desarrollo de tratamientos más eficaces y con menos efectos secundarios es una prioridad.

Según el profesor Bagley, la acción precisa de estos opioides naturales no se conoce bien, pero es fundamental conocerla mejor porque estos opioides controlan cómo adquirimos y almacenamos los recuerdos del miedo, y regulan nuestras respuestas emocionales una vez que ha pasado la amenaza.

Los experimentos con ratones han demostrado que la “supresión” del opioide natural encefalina, que se expresa en gran medida en la amígdala del cerebro, aumenta su miedo, ansiedad y agresividad. En cambio, aumentar la encefalina o reducir su descomposición reduce estos comportamientos.

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Resumen de la historiaUna de las nuevas ideas terapéuticas más prometedoras para los trastornos cerebrales y del comportamiento puede parecer improbable en un principio: utilizar medicamentos basados en opiáceos para reducir los síntomas de la depresión. Conozca cómo los opioides interactúan con los receptores del cerebro que ayudan a regular el estado de ánimo.

Una de las nuevas ideas terapéuticas más prometedoras para los trastornos cerebrales y del comportamiento puede parecer improbable a primera vista: utilizar medicamentos basados en opiáceos para reducir los síntomas de la depresión. ¿No se encuentra nuestra sociedad en medio de una “epidemia de opioides”? ¿Cómo podrían los opioides ayudar a las personas deprimidas?

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Hay razones de peso para considerar los opioides, en dosis muy bajas, como antidepresivos. Aunque mucha gente no se dé cuenta, todos nacemos con un sistema opioide natural -o, como dicen los investigadores, “endógeno”-. Nuestro cuerpo fabrica varias moléculas opioides y nuestras células están repletas de estructuras en forma de ojo de cerradura llamadas receptores que están específicamente diseñados para encajar estas “llaves” opioides naturales. Hay cuatro tipos de receptores que aceptan diferentes moléculas opioides. Son muy comunes en las células del cerebro, pero también en la médula espinal, el tracto digestivo y en los nervios periféricos.

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