Proteina para la ansiedad

Proteina para la ansiedad

Alimentos que reducen la ansiedad y la depresión

¿Sufre usted de “ansiedad por las proteínas”? Es una condición que se observa comúnmente en personas que nunca han tenido una deficiencia de proteínas, pero que se preocupan sin cesar de no estar consumiendo lo suficiente. Se amontonan con la carne, el pescado, los huevos o el queso, tratando de evitar una falta imaginaria de proteínas.

Por supuesto, el cuerpo necesita algunas proteínas para construir y reparar los tejidos corporales. Pero las proteínas están ampliamente disponibles en las legumbres, las verduras y los cereales. Es casi imposible no obtener toda la proteína que necesitas, incluso sin comer carne, lácteos o huevos.

Estas son las cifras: Una mujer media necesita unos 46 gramos de proteínas al día; el hombre medio, unos 56. Si una persona no comiera más que brócoli durante un día, una dieta de 2.000 calorías le proporcionaría la friolera de 146 gramos de proteínas. Sí, las verduras verdes están cargadas de proteínas. Una persona que sólo comiera lentejas obtendría incluso más: un paquete de lentejas de 2.000 calorías de 157 gramos. Por supuesto, nadie comería sólo brócoli o sólo lentejas, y es mucho mejor combinar los alimentos (judías, cereales, verduras y frutas) para obtener una nutrición completa. La cuestión es que los alimentos de origen vegetal proporcionan claramente abundantes proteínas.

Alimentos que reducen la ansiedad rápidamente

Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en Estados Unidos. Son 40 millones de adultos -el 18% de la población- que luchan contra la ansiedad. La ansiedad y la depresión suelen ir de la mano, ya que aproximadamente la mitad de las personas con depresión también sufren ansiedad.

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Las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad, pero sólo un tercio de las personas que la padecen buscan tratamiento. En mi consulta, parte de lo que comento al explicar las opciones de tratamiento es el importante papel de la dieta para ayudar a controlar la ansiedad.

Además de las pautas saludables como llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar o evitar el alcohol y la cafeína, hay muchas otras consideraciones dietéticas que pueden ayudar a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, los hidratos de carbono complejos se metabolizan más lentamente y, por tanto, ayudan a mantener un nivel de azúcar en sangre más uniforme, lo que genera una sensación de mayor calma.

Una dieta rica en cereales integrales, verduras y frutas es una opción más saludable que comer muchos carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos procesados. El momento de comer también es importante. No te saltes las comidas. Hacerlo puede provocar bajadas de azúcar en la sangre que le hagan sentirse nervioso, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.

Alimentos que provocan ansiedad y ataques de pánico

La nutrición puede desempeñar un papel importante en la consecución de una mejor salud mental; un estudio reciente demostró que en un grupo de adultos con depresión, ⅓ de los participantes que llevaban una dieta rica en productos, pescado y legumbres experimentaron una remisión de los síntomas. Los alimentos que se consumen influyen en la estructura y el funcionamiento del cerebro, desempeñando un papel importante en la regulación emocional y la función cognitiva. Los alimentos ricos en proteínas contienen aminoácidos que ayudan a producir neurotransmisores clave para prevenir y tratar la depresión y la ansiedad.    Las comidas y los tentempiés ricos en proteínas le ayudan a evitar los alimentos azucarados y procesados, que pueden desencadenar la ansiedad y la depresión. Una dieta rica en proteínas también ayuda a mejorar los niveles de energía, dándole la fuerza para moverse y sentirse mejor.

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Los aminoácidos, que son los componentes básicos de las proteínas, desempeñan un papel importante en la producción de neurotransmisores. Los neurotransmisores son las sustancias químicas que permiten a las células del cerebro comunicarse entre sí. Por ejemplo, si se come un trozo de pollo, el cuerpo descompone la proteína y sintetiza el aminoácido L-tirosina para producir dopamina. Los niveles bajos de dopamina están asociados a toda una serie de trastornos, como la depresión, la adicción, el TDAH, el Alzheimer y la esquizofrenia.  El aminoácido L-triptófano, que se encuentra en las aves de corral, el pescado, los lácteos y los frutos secos, es un precursor de la serotonina. El consumo de alimentos ricos en L-triptófano puede ayudar a mejorar el estado de ánimo y a que los ISRS y otros antidepresivos sean más eficaces.

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Además, las proteínas son un elemento muy importante que se incluye en las comidas para ayudar a mantener el equilibrio de los azúcares en sangre y ayudarnos a sentirnos saciados. Además, las proteínas son esenciales para ayudar a mantener a raya la ansiedad porque…

Una reciente revisión sistemática sobre la dieta y la ansiedad encontró una relación entre los niveles más altos de ansiedad y la insuficiencia de triptófano y proteínas en la dieta, junto con las dietas altas en grasa, el alto consumo de azúcar y carbohidratos refinados, y los patrones dietéticos “poco saludables” (2). Esto ejemplifica aún más la importancia de consumir suficientes proteínas y centrarse en la calidad de la dieta cuando se trata de la ansiedad.

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Otra nota sobre este tema es que es importante encontrar “la cantidad adecuada para ti” cuando se trata de comer proteínas. Esto se debe a que, al contrario de lo que ocurre con la falta de proteínas, comer demasiadas proteínas y muy pocos carbohidratos complejos puede tener un efecto adverso en los niveles de ansiedad.

También es una buena idea incluir tentempiés con algunas proteínas y/o grasas saludables (en lugar de sólo carbohidratos). Por ejemplo, una manzana con mantequilla de almendras, galletas de arroz con hummus o un batido de proteínas de bayas.

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