Que me quiere decir la ansiedad

Que me quiere decir la ansiedad

La ansiedad es lo que tu cuerpo te dice

ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.

Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.

Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.

Cómo calmar la ansiedad

Cuando una relación nos provoca ansiedad, se nos prepara para creer que la ansiedad de nuestra relación es el problema. Al fin y al cabo, la ansiedad puede estrangular el amor, asfixiarlo y destrozarlo, por lo que la mayoría de nosotros cree que las relaciones y la ansiedad no son compatibles.

  La ansiedad daña el corazon

Si nos sentimos ansiosos, la mayoría de nosotros creemos que debemos controlarnos para no arruinar nuestra relación. No vemos la ansiedad como algo útil, sino como un problema que añade presión a la ansiedad que ya sentimos y, en última instancia, la agrava.

Lo más importante que hay que saber sobre la ansiedad es que no es peligrosa y que no te pasa nada si la sientes. En realidad, la ansiedad puede ser una poderosa ayuda para ti, una herramienta sensible que podemos utilizar para detectar posibles amenazas a las cosas que más nos importan. Lo que hagamos con la ansiedad puede marcar la diferencia entre que sea útil o perjudicial. La ansiedad quiere ser reconocida y comprendida.

Especialmente si tú o tu pareja sois propensos a preocuparos o a comunicaros inadecuadamente, la ansiedad formará parte de vuestra relación, y eso no la convierte necesariamente en algo malo. Sociales por naturaleza, nos atrae poderosamente el amor, anhelamos sentirnos conectados y queremos proteger nuestras conexiones cuando las aseguramos. No es difícil sentirse ansioso cuando no nos sentimos conectados, y también ansioso cuando nos sentimos conectados, anticipando un momento en el que puede que no lo estemos. La ansiedad y las relaciones van de la mano.

Mi ansiedad me hace odiarme a mí mismo

Es normal sentirse ansioso, nervioso o preocupado a veces. Quizá te hayas sentido ansioso cuando has tenido que hablar delante de un grupo. O nervioso antes de una prueba o un examen importante. Tal vez te hayas sentido ansioso cuando no estabas seguro de que tu entorno fuera seguro. O te has preocupado cuando un ser querido estaba enfermo.

  Las ganas de vomitar es sintoma de ansiedad

Los sentimientos de ansiedad pueden ser incómodos, pero sirven para algo. Te advierten de que algo importante para ti está en juego. Con los sentimientos de ansiedad, puedes pensar: “Tengo que hacerlo bien aquí”. O: “Esto cuenta, prepárate”. O: “Ten cuidado”.

La ansiedad pone en marcha la respuesta de lucha o huida del cuerpo. Es una liberación normal de hormonas que te ayuda a reunir la concentración y la energía que necesitas para un reto o una posible amenaza. La respuesta de lucha o huida provoca las sensaciones físicas que pueden producirse con la ansiedad.

Por ejemplo, cuando estás ansioso, puedes sentir “mariposas” en el estómago. O puede tener las palmas de las manos sudorosas o temblorosas. Puede que notes la boca un poco seca. O que tienes la cara un poco caliente. Puede sentir que su respiración o sus latidos se aceleran. Con la ansiedad, es posible que sientas una o varias de estas cosas.

Diario de la ansiedad

Soy el tipo de persona que cae en la trampa de pensar que todos mis pensamientos son útiles, provechosos y me dicen algo importante. Mi ansiedad es como la de ese compañero de piso mandón y desconsiderado que deja sus cosas por todas partes, despierta a todo el apartamento cuando vuelve a casa a altas horas de la noche y tiene la música puesta cuando estoy intentando leer un libro o simplemente relajarme. Lo que he aprendido: Nuestros pensamientos pueden sacar lo mejor de nosotros si no marcamos el tono.

  Peligros de la ansiedad

En mis mejores momentos, yo soy el jefe. Yo tomo las decisiones. Y examino mis pensamientos. Me pregunto: “¿Este pensamiento proviene del amor o del miedo? Si es amor, lo investigo. Si es miedo, me pregunto: “¿Es útil?” ¿Es realmente útil?

Esta pregunta es muy poderosa porque algunos de mis pensamientos me frenan, hacen más daño que bien, y simplemente se interponen en el camino. Cuando me tomo el tiempo de examinar las historias que me cuento a mí misma (consejo de sombrero: Brené Brown), consigo aclarar los sentimientos y emociones subyacentes a un pensamiento.

Por ejemplo: Puedo tener pensamientos acelerados y sentirme estresada por llegar tarde a una reunión. El pensamiento inútil es: “¡Sinclair, llegas tarde a todo y nadie te va a tomar en serio!”. Ummm, no es cierto, y puedo equivocarme, comprobar mi respiración y seguir adelante.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad