Sensación de asma por ansiedad
Test de ansiedad o asma
Cuando entra en contacto con algo que irrita los pulmones -lo que se conoce como desencadenante-, las vías respiratorias se estrechan, los músculos que las rodean se tensan y aumenta la producción de mucosidad pegajosa (flema).
Para la mayoría de las personas, esto implica el uso ocasional -o, más comúnmente, diario- de medicamentos, que suelen tomarse con un inhalador. Sin embargo, también es importante identificar y evitar los posibles desencadenantes.
Debe tener un plan de acción personal contra el asma acordado con su médico o enfermera que incluya información sobre los medicamentos que necesita tomar, cómo reconocer cuando sus síntomas empeoran y qué medidas tomar cuando lo hacen.
En el caso de los niños diagnosticados de asma, la enfermedad puede desaparecer o mejorar durante la adolescencia, aunque puede volver a aparecer más adelante. Es más probable que el asma infantil moderada o grave persista o reaparezca más adelante.
Estos síntomas suelen empeorar por la noche y a primera hora de la mañana, sobre todo si la enfermedad no está bien controlada. También pueden desarrollarse o empeorar en respuesta a un determinado desencadenante, como el ejercicio o la exposición a un alérgeno.
Asma y ansiedad y depresión
Para algunas personas, el asma y la ansiedad van de la mano. A menudo es difícil desentrañar las conexiones entre ambas. Esto se debe a que ambas afecciones provocan síntomas similares, especialmente la falta de aire.
Hay muchos factores que pueden afectar al asma, como las alergias, la genética y el medio ambiente. Tu médico puede ayudarte a identificar los desencadenantes del asma y a aprender a dominar esos irritantes del asma, evitarlos o calmarlos.
La ansiedad es un sentimiento de preocupación o miedo ante un acontecimiento o una situación concreta. Todos sentimos ansiedad en algún momento de nuestras vidas, y es una reacción normal al estrés. Pero si se siente tan abrumado por la preocupación que deja de realizar sus actividades habituales, debe hablar con su médico.
Las mujeres tienen el doble de probabilidades que los hombres de sufrir trastornos de ansiedad, como los ataques de pánico. Un ataque de pánico es una sensación de terror extremo cuando no hay ningún peligro real. Cuando tiene un ataque de pánico puede pensar que está teniendo un ataque al corazón.
¿Por qué el asma provoca ataques de pánico? Los ataques de asma dan miedo. Cuando las vías respiratorias de los pulmones se inflaman, uno siente que se está asfixiando. Incluso las personas acostumbradas a tener ataques de asma frecuentes pueden sentirse muy asustadas durante un episodio. De hecho, los sentimientos de ansiedad por un futuro ataque de asma pueden desencadenar un ataque de asma y también provocar un ataque de pánico.
Síntomas de asma por ansiedad
La literatura basada en la evidencia sobre la salud mental y emocional de las personas con asma grave es limitada. Sin embargo, cada vez hay más conciencia de la relación entre la salud mental, el curso del asma y los resultados del tratamiento del asma. No es infrecuente que las personas con enfermedades crónicas desarrollen sentimientos de depresión y ansiedad, así como trastornos de pánico. Aunque la relación no se comprende del todo, está claro que la ansiedad y la depresión pueden afectar negativamente a la evolución del asma, lo que se traduce en un aumento de los síntomas, un mayor uso de los servicios de atención sanitaria y frecuentes ataques/exacerbaciones de asma. Tener una enfermedad potencialmente mortal como el asma grave también aumenta la ansiedad y la depresión en muchos pacientes y puede desencadenar ataques de pánico en algunos. Además, las personas con depresión y ansiedad suelen estar física y emocionalmente agotadas, lo que puede limitar su capacidad de autocontrol del asma. Para obtener más información sobre el asma y la salud mental, consulte Ansiedad y depresión para obtener recomendaciones detalladas de evaluación y tratamiento.
Estrés y asma bronquial
Las emociones fuertes y el estrés son desencadenantes bien conocidos del asma. Existen pruebas de la relación entre el asma, la ansiedad y la depresión, aunque los resultados a veces no son consistentes. La ansiedad y la depresión pueden estar asociadas a un mal control del asma.
El estrés y la ansiedad pueden desencadenar los síntomas del asma. Controlando adecuadamente el estrés, los pacientes pueden reducir el riesgo de sufrir un ataque o un episodio de asma inducido por el estrés. Los estudios demuestran que la respiración y la observación conscientes pueden reducir el estrés y mejorar la salud en general.
Saber cómo controlar el asma es importante para mejorar la salud y la calidad de vida. Ofrecemos un curso en línea llamado Cuidado del asma para adultos. Este completo programa cubre una amplia gama de temas que todas las personas con asma necesitan conocer. Este curso en línea a su propio ritmo se presenta en diferentes formatos, como vídeos, animaciones, folletos y más.