Temblores al dormir ansiedad
Temblor esencial
Despertarse con temblores puede ser una experiencia preocupante, sobre todo si no se sabe cuál es la causa. Experimentar temblores corporales al despertarse puede ser un signo de una enfermedad más grave, aunque no siempre es así.
“Hay muchos tipos de temblores (temblores, escalofríos, voluntarios frente a involuntarios y violentos frente a sutiles)”, dice el doctor Carl W. Bazil, neurólogo y profesor de neurología del Centro Médico Irving de la Universidad de Columbia. “A veces también es difícil saber si los movimientos empezaron durante el sueño y provocaron el despertar o si el despertar ocurre primero”.
Arréglalo: Para hacer frente a la hipoglucemia, recurre a los carbohidratos de acción rápida. Hay que comer o beber entre 15 y 20 gramos de alimentos que el cuerpo pueda convertir fácilmente en azúcar, como zumo de frutas o pastillas o gel de glucosa, según la Clínica Mayo.
Consejo La insulina y otros medicamentos para la diabetes pueden hacer que los niveles de glucosa bajen, según la Clínica Mayo. El médico puede ayudar a ajustar el horario de las comidas y los medicamentos para mantener estable el nivel de azúcar en sangre.
Temblores internos
El temblor tiende a producirse en las manos y suele describirse como “rodamiento de pastillas” (imagine que sostiene una pastilla entre el pulgar y el índice y la hace rodar continuamente) y/o “supinación y pronación” (con la palma de la mano hacia arriba y hacia abajo). Sin embargo, el temblor también puede aparecer en otras partes del cuerpo, como el labio inferior, la mandíbula o la pierna. Estos temblores pueden interferir en actividades rutinarias como afeitarse, vestirse, escribir y muchas otras tareas que requieren una coordinación motora fina.
El temblor suele comenzar de forma asimétrica, afectando sólo a un lado del cuerpo, especialmente durante las primeras fases de la enfermedad. Con la progresión de la enfermedad, ambos lados pueden verse afectados. La fatiga, el estrés o las emociones intensas pueden empeorar temporalmente los temblores.
Alrededor del 70-90% de las personas con EP experimentan temblores en algún momento de su vida. El temblor parece ser ligeramente menos frecuente en las personas más jóvenes con EP, aunque sigue siendo uno de los síntomas más molestos. Las personas con temblor en reposo suelen tener una progresión de la enfermedad más lenta que las personas sin temblor.
Escalofríos durante el sueño
Los ataques de pánico nocturnos pueden producirse sin un desencadenante evidente y despertarle del sueño. Al igual que en un ataque de pánico diurno, puede experimentar sudoración, aceleración del ritmo cardíaco, temblores, falta de aire, respiración agitada (hiperventilación), enrojecimiento o escalofríos y una sensación de fatalidad inminente. Estos signos y síntomas alarmantes pueden parecerse a los de un ataque al corazón u otra enfermedad grave. Aunque los ataques de pánico son incómodos, no son peligrosos.
Los ataques de pánico nocturnos suelen durar sólo unos minutos, pero puede costar un poco calmarse y volver a dormir después de sufrir uno. Las personas que tienen ataques de pánico nocturnos también suelen tenerlos durante el día.
No se sabe qué causa los ataques de pánico. Los factores subyacentes pueden ser la genética, el estrés y ciertos cambios en el funcionamiento de algunas partes del cerebro. En algunos casos, una afección subyacente, como un trastorno del sueño o un problema de tiroides, puede causar signos y síntomas similares a los del pánico. Hable con su médico sobre sus síntomas y sobre si necesita alguna prueba para detectar una posible afección subyacente.
Cómo dejar de temblar por la ansiedad
Los temblores corporales, las sacudidas, los temblores y las vibraciones son síntomas comunes del trastorno de ansiedad, incluido el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social y el trastorno de pánico, entre otros. Muchas personas experimentan síntomas de temblores corporales cuando están ansiosas y estresadas.
Los temblores corporales, los síntomas de vibración pueden aparecer y desaparecer raramente, ocurrir con frecuencia o persistir indefinidamente. Por ejemplo, puede sentir los temblores corporales de vez en cuando y no tan a menudo, sentirlos de forma intermitente o sentirlos todo el tiempo.
Aunque algunas personas pueden controlar sus temblores, sacudidas y vibraciones calmándose o tensando y aflojando los músculos, lo más frecuente es que este síntoma se produzca de forma involuntaria, lo que significa que no hay mucho que se pueda hacer para evitar que se produzca.
Comportarse con ansiedad activa la respuesta al estrés, que provoca inmediatamente cambios en todo el cuerpo que le dan un “impulso de emergencia de recursos” para hacer frente a una amenaza -para luchar o huir-, razón por la cual la respuesta al estrés suele denominarse respuesta de lucha o huida[1].