Ataque de pánico o crisis de ansiedad

Ataque de pánico o crisis de ansiedad

Trastorno de ansiedad generalizada

Un ataque de pánico es un miedo o una ansiedad repentinos e intensos que pueden hacer que le falte el aire, se maree o que su corazón lata con fuerza. Si usted o alguien que conoce ha experimentado ataques de pánico, sabe que pueden ser desafiantes, molestos y muy aterradores.

Un ataque suele durar entre 5 y 20 minutos, pero puede ser más largo. Y la ansiedad puede aparecer y desaparecer en oleadas. Aunque te sientas alarmado, es importante recordar que vas a estar bien y que la sensación pasará.

Tu cuerpo tiene una respuesta natural cuando está estresado o cree que está en peligro. Como parte de esta respuesta, tu corazón puede acelerarse, puedes respirar más rápido y tener una repentina y gran explosión de energía. Esto se denomina respuesta de lucha o huida. Esto ocurre para que su cuerpo esté preparado para enfrentarse al peligro o huir de él. Sin embargo, en el caso de un ataque de pánico, esta respuesta se produce aunque no estés en peligro físico e inmediato.

A veces las personas tienen miedo de sufrir un ataque de pánico en público, temiendo los lugares concurridos o salir de casa. Esto se llama agorafobia. Las personas con agorafobia suelen evitar estar en lugares o situaciones en los que puede resultar difícil salir rápidamente.

  Ataque de ansiedad en el avion

Prueba de trastorno de pánico

Un ataque de pánico, definido por la Asociación Americana de Psicología como “una oleada repentina de miedo abrumador que aparece sin previo aviso y sin ninguna razón obvia”, puede afectar a cualquiera en cualquier momento, incluso en el trabajo. Las sensaciones y los síntomas físicos (como la falta de aire y la opresión en el pecho) son muy reales y pueden dar mucho miedo. Los ataques de pánico no le matarán, pero dependiendo de su gravedad y frecuencia, pueden tener un impacto significativo en su calidad de vida en todos los ámbitos, incluido el laboral. Los síntomas de los ataques de pánico, a menudo desencadenados por situaciones estresantes, suelen remitir cuando se acaba el estrés. Los desencadenantes más comunes en el trabajo son hablar en público, un conflicto, una reunión importante, una transición importante como un ascenso o un gran proyecto, o un acontecimiento social relacionado con el trabajo, como una reunión con un cliente clave o unas copas después del trabajo. La autora ofrece consejos para controlar los síntomas y evitar que se apoderen de la jornada laboral, así como para apoyar a un compañero que pueda estar experimentando uno.

Síntomas físicos de la ansiedad

Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo y malestar intensos que pueden incluir palpitaciones, sudoración, dolor en el pecho o malestar torácico, dificultad para respirar, temblores, mareos, entumecimiento, confusión o una sensación de fatalidad inminente o de pérdida de control. [7][1][2] Por lo general, los síntomas alcanzan su punto álgido a los diez minutos de su aparición y duran aproximadamente 30 minutos, pero su duración puede variar desde segundos hasta horas[3][8] Aunque pueden ser extremadamente aterradores y angustiosos, los ataques de pánico en sí no son físicamente peligrosos[6][9].

  Ataque de ansiedad sin motivo

Las características esenciales de los ataques de pánico permanecen inalteradas, aunque la complicada terminología del DSM-IV para describir los diferentes tipos de ataques de pánico (es decir, limitados/acompañados por la situación, predispuestos por la situación e inesperados/no acompañados) se sustituye por los términos ataques de pánico inesperados y esperados. Los ataques de pánico funcionan como un marcador y un factor pronóstico de la gravedad del diagnóstico, la evolución y la comorbilidad en toda una serie de trastornos, entre los que se incluyen los trastornos de ansiedad. Por lo tanto, los ataques de pánico pueden figurar como un especificador aplicable a todos los trastornos del DSM-5.[10]

Tratamiento del trastorno de pánico

La mayoría de nosotros nos sentimos ansiosos de vez en cuando. Es algo muy común. Por ejemplo, puedes sentirte ansioso antes de hacer un examen porque realmente quieres hacerlo bien.  Algunas personas experimentan ansiedad con mayor frecuencia e intensidad. Puede que de repente te sientas ansioso y no entiendas por qué, o que te sientas ansioso por cosas cotidianas que antes no te producían ansiedad. Esto suele ser un problema para las personas que han sufrido una violación, un abuso sexual u otra forma de violencia sexual:

  Ataque de ansiedad grave

Encuentra más ejercicios/técnicas para probarEjercicios y técnicas como ésta pueden ayudarte si te sientes abrumado, molesto o asustado, o si experimentas flashbacks, ataques de pánico, impulsos de autolesión o disociación.

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