Porque dan ataques de ansiedad y panico

Porque dan ataques de ansiedad y panico

Trastorno de ansiedad generalizada

El trastorno de pánico es el término utilizado para describir cuando los ataques de pánico son recurrentes e incapacitantes. El trastorno de pánico puede caracterizarse por: Durante un ataque de pánico, usted se siente repentinamente abrumado por las sensaciones físicas descritas anteriormente. Los ataques de pánico alcanzan su punto álgido en unos 10 minutos y suelen durar hasta media hora, lo que le hace sentirse cansado o agotado. Pueden ocurrir varias veces al día o sólo una vez cada cierto tiempo. Incluso pueden ocurrir mientras las personas están dormidas, despertándolas durante el ataque. Muchas personas experimentan un ataque de pánico una o dos veces en su vida; esto es común y no es un trastorno de pánico.

Los ataques de pánico son sorprendentemente comunes. Hasta el 40% de la población experimentará un ataque de pánico en algún momento de su vida.1 Algunos de los signos y síntomas comunes de un ataque de pánico son:

Las personas que sufren un ataque de pánico también pueden experimentar una “desrealización”, es decir, una sensación de que usted o el mundo que le rodea no son reales. Se cree que este síntoma está asociado a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo durante la respuesta de ansiedad.

Secuelas de un ataque de pánico

Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo y malestar intensos que pueden incluir palpitaciones, sudoración, dolor en el pecho o molestias en el tórax, dificultad para respirar, temblores, mareos, entumecimiento, confusión o una sensación de fatalidad inminente o de pérdida de control. [7][1][2] Por lo general, los síntomas alcanzan su punto álgido a los diez minutos de su aparición y duran aproximadamente 30 minutos, pero su duración puede variar de segundos a horas[3][8] Aunque pueden ser extremadamente aterradores y angustiosos, los ataques de pánico en sí no son físicamente peligrosos[6][9].

  Tom brusse sufre ataque de ansiedad

Las características esenciales de los ataques de pánico permanecen inalteradas, aunque la complicada terminología del DSM-IV para describir los diferentes tipos de ataques de pánico (es decir, limitados/acompañados por la situación, predispuestos por la situación e inesperados/no acompañados) se sustituye por los términos ataques de pánico inesperados y esperados. Los ataques de pánico funcionan como un marcador y un factor pronóstico de la gravedad del diagnóstico, la evolución y la comorbilidad en toda una serie de trastornos, entre los que se incluyen los trastornos de ansiedad. Por lo tanto, los ataques de pánico pueden figurar como un especificador aplicable a todos los trastornos del DSM-5.[10]

Trastorno de pánico

El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) agrupa los ataques de pánico en dos categorías: esperados o inesperados. Si siente que ha tenido un ataque de pánico sin motivo, es probable que haya experimentado uno que se consideraría inesperado.

Los ataques de pánico esperados suelen estar asociados a un desencadenante específico, como las multitudes, los vuelos o los exámenes, mientras que los ataques de pánico inesperados no tienen un desencadenante aparente y pueden parecer que ocurren sin motivo.

  Cuales son los ataques de ansiedad

Los ataques de pánico suelen ser el resultado de una mala interpretación de los síntomas físicos de la ansiedad. Las palpitaciones pueden confundirse con los síntomas de un ataque al corazón, la falta de aire o la sensación de desmayo pueden interpretarse como una señal de que la persona se está desmayando o muriendo, y los pensamientos acelerados pueden llevar a la persona a pensar que está perdiendo el control de su mente.

Si sufres ataques de pánico, es importante que practiques el autocuidado y te enseñes estrategias de relajación que te ayuden a controlarlos. También se recomienda buscar apoyo profesional para los ataques de pánico, ya que esto puede ayudarle a controlarlos de forma eficaz y evitar que se produzcan en el futuro.

Trastorno de ansiedad

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Es posible que oiga utilizar indistintamente los términos “ataque de ansiedad” y “ataque de pánico”. Esto es comprensible, dado que comparten algunos síntomas comunes. Sin embargo, los profesionales de la salud conductual utilizan estos términos para referirse a síntomas y trastornos específicos, y tienen características diferentes.

  Ataque de ansiedad grave

Un ataque de pánico se caracteriza por una oleada abrupta de miedo o malestar intenso acompañada de otros síntomas físicos y mentales. Los ataques de pánico son episódicos y suelen alcanzar su punto álgido en minutos u horas.

La ansiedad, por su parte, forma parte de las respuestas emocionales y de protección que el cuerpo humano tiene programadas. Se convierte en un problema cuando es prolongada, excesiva y perturbadora de la vida cotidiana, en cuyo caso se denomina trastorno de ansiedad. Aunque los síntomas intensos de ansiedad pueden parecer un ataque, el “ataque de ansiedad” no es un diagnóstico reconocido.

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