Ganas de hacer pis por ansiedad
¿Las ganas de orinar pueden ser psicológicas?
En los momentos de ansiedad, nerviosismo o mucho estrés, parece que nuestro cuerpo tiene mente propia. Ya sea una necesidad urgente de orinar o un nudo en el estómago que se vuelve doloroso, la ansiedad puede afectar a nuestro cuerpo de forma física.Jim Folk, fundador y presidente de Anxietycentre.com con sede en Calgary, dijo a Global News que el sistema nervioso simpático de nuestro cuerpo responde a los pensamientos o estados de ánimo estresantes que podamos tener, incluyendo la ira, la preocupación o el miedo.LEER MÁS: 5 formas sencillas de controlar la ansiedad diaria “Cuando pensamos que estamos en peligro, el cerebro puede enviar una alarma”, dijo. “Cuando pensamos que algo nos va a perjudicar, se activa la respuesta al estrés”. SucedeEn un artículo para Anxiety Centre en abril, Folk escribió que las ganas de orinar son una respuesta de estrés común para las personas con trastornos de ansiedad. La historia continúa debajo del anuncio
“Este síntoma puede ocurrir raramente, de forma intermitente o persistente. Por ejemplo, un día puede visitar el lavabo numerosas veces, y al día siguiente seguir un patrón más regular”, dijo. “Comportarse de forma aprensiva activa la respuesta al estrés. La respuesta al estrés segrega hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos del cuerpo para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza”. A menos que su médico especifique que tiene una afección de la vejiga que también puede causar micción frecuente, Folk dijo que la ansiedad también puede tener este efecto.
Cómo detener la ansiedad al orinar
Si una persona sólo puede orinar con éxito cuando está sola en casa, puede evitar salir de ella. Esto puede reducir la calidad de vida y las oportunidades de trabajo. La causa es psicológica La paruresis no es una condición física porque no hay nada malo en el tracto urinario de la persona. El esfínter urinario debe estar relajado para que la orina fluya desde la vejiga hacia la uretra. La ansiedad por orinar sobreestimula el sistema nervioso de la persona y “aprieta” el esfínter. No orinar aumenta la ansiedad de la persona, especialmente si la vejiga está incómodamente llena.
Para algunas personas, un incidente embarazoso inicia la fobia social; por ejemplo, la incapacidad de orinar en un vaso delante de un médico o una enfermera. La preocupación por el incidente embarazoso hace que la persona se sienta ansiosa por orinar en presencia de otras personas. Métodos de diagnóstico Diversas condiciones fisiológicas pueden dificultar la micción. La prostatitis, por ejemplo, puede dificultar la micción de los hombres afectados. El médico suele realizar una serie de pruebas para asegurarse de que no hay ningún problema físico en las vías urinarias.
Ansiedad y micción frecuente
El sistema urinario está compuesto por órganos, músculos, conductos y nervios que trabajan conjuntamente para crear, transportar, almacenar y evacuar la orina. Este sistema incluye los dos riñones, los dos uréteres, la vejiga, los dos músculos del esfínter y la uretra[1][2].
El cuerpo obtiene sus nutrientes de los alimentos que comemos. Una vez que el cuerpo ha tomado lo que necesita, los productos de desecho permanecen en la sangre y el intestino. En cuanto a la micción, los productos de desecho en la sangre llamados urea, producidos a partir de los alimentos que contienen proteínas, son llevados a los riñones para su filtración. Los riñones eliminan la urea y, combinada con el agua y otros productos de desecho, la hacen pasar por el sistema urinario hasta la vejiga, lo que da lugar a la formación de orina.
La vejiga es un pequeño órgano muscular hueco en forma de globo que recibe la orina. Para que la orina no salga sin más del cuerpo, la vejiga está cerrada por los músculos del esfínter que rodean la abertura de la vejiga y se cierran con fuerza hasta que estemos dispuestos a relajarlos para orinar.
Cuando la vejiga se llena, las células nerviosas de la vejiga envían un mensaje al cerebro, que crea una sensación de urgencia por orinar. La necesidad de orinar se hace más fuerte a medida que la vejiga se llena. Cuando estamos preparados para orinar, el cerebro envía una señal a los músculos de la vejiga para que se tensen, lo que obliga a la orina a salir, y a los músculos del esfínter para que se relajen, lo que permite que la orina salga. Ambas acciones hacen que la vejiga se vacíe.
Ansiedad por orinar por la noche
Una pregunta que se hace a menudo es: “¿el estrés puede causar micción frecuente?”. Por desgracia, no es tan sencillo como un simple sí o no. Nos adentramos en este complicado tema para aclarar la relación entre la salud mental y la de la vejiga y darte consejos para mejorar ambas.
Lamentablemente, la relación entre los problemas de vejiga y los problemas de salud mental no va en una sola dirección. Es decir, el estrés puede causar (o, como mínimo, empeorar) la micción frecuente1, pero lo contrario también es cierto2.
La preocupación desencadena la respuesta al estrés, que hace que el cuerpo libere hormonas del estrés.3 Se trata de un instinto de supervivencia que permitía a nuestros antepasados protegerse rápidamente4. Aunque este mecanismo defensivo era útil cuando se enfrentaba a un tigre de dientes de sable, sus efectos son menos útiles en la vida moderna.
Además, los problemas de salud mental pueden conducir a elecciones de estilo de vida que repercuten negativamente en la salud de la vejiga. Por ejemplo, algunas personas recurren al tabaco para “automedicarse” y aliviar el estrés6, pero las sustancias químicas del humo del cigarrillo pueden irritar la vejiga, y la “tos del fumador” puede provocar pérdidas7. Otros pueden recurrir a una copa de vino como mecanismo de afrontamiento.8 Sin embargo, como el alcohol es un diurético (algo que aumenta la producción de orina), puede empeorar los síntomas de una vejiga hiperactiva.9 Por último, las personas que sufren depresión tienen un 55% más de probabilidades de tener sobrepeso que sus compañeros10, lo que parece estar relacionado con la VAB11. Ser obeso puede ejercer presión sobre la vejiga, lo que puede dañar los músculos del suelo pélvico12.