La ansiedad puede subir la presion arterial

La ansiedad puede subir la presion arterial

Presión arterial alta

Puede que no piense en los trastornos mentales cuando piensa en la hipertensión, pero existe una conexión. Si tiene hipertensión, es más probable que experimente problemas de estado de ánimo, como ansiedad y depresión, que quienes tienen una presión arterial normal.

La hipertensión es una enfermedad controlable. Hay formas de controlar la presión arterial con cambios en el estilo de vida y/o con medicación. El cumplimiento de un plan de tratamiento eficaz de la hipertensión puede poner su presión arterial bajo control y mejorar su salud mental. Esto es lo que nuestros médicos de Westmed Family Healthcare quieren que sepa sobre la hipertensión y su salud mental.

El corazón bombea sangre continuamente por todo el cuerpo y, a medida que bombea, la fuerza del movimiento crea presión dentro de las arterias y contra las paredes de los vasos sanguíneos y las venas. Esta presión puede acumularse enormemente, haciendo que la fuerza del movimiento sea anormalmente alta. Cuando la presión arterial se mantiene elevada, daña los vasos sanguíneos con el tiempo.

Cómo bajar la tensión arterial al instante

Esta es una respuesta perfectamente natural. Por ejemplo, si te persigue un perro que ladra o te encuentras en una situación de peligro, necesitas estas hormonas para preparar tu cuerpo para una situación de “lucha o huida”.

¿Necesitas una solución? Ponte en movimiento cuando estés estresado. No sientas que tienes que completar una extensa rutina de cardio. A menudo, algo tan sencillo como dar una vuelta a la manzana puede marcar la diferencia en tu estado de ánimo.

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Admitámoslo:  Controlar la diabetes es un trabajo duro. Eso en sí mismo es suficiente para causar preocupación y estrés. De hecho, según los Centros para el Control de Enfermedades, las personas con diabetes tienen un 20 por ciento más de probabilidades de sufrir ansiedad que las que no padecen la enfermedad.

En primer lugar, seamos claros: si está experimentando ansiedad, queremos saberlo. Nos importa mucho más que su salud física. Sabemos que la salud mental es una parte importante de su bienestar general.

Si su ansiedad se prolonga durante más de dos semanas o si le resulta difícil realizar las actividades cotidianas, debería considerar la posibilidad de hablar con un consejero o psicólogo que pueda proporcionarle ayuda y orientación. Podemos proporcionarle una referencia si lo necesita.

Presión arterial normal

La hipertensión, o presión arterial alta, es la presión arterial que supera sistemáticamente los 140 de sistólica y/o 90 de diastólica. La hipertensión es un problema médico grave, y los aumentos leves de la presión arterial parecen provocar sistemáticamente un mayor riesgo de insuficiencia cardíaca y aneurismas, además de una reducción general de la esperanza de vida.

La hipertensión y la ansiedad tienen una relación compleja, y la mayoría de las personas no son conscientes de las formas en que ambas interactúan. Las personas con ansiedad tienden a pensar que la hipertensión desempeña un papel más importante del que tiene. Los que no tienen ansiedad tienden a pensar que la hipertensión tiene menos importancia.

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La hipertensión puede afectar a cualquier individuo, y tiene varios factores de riesgo; sin embargo, es bastante común en quienes sufren ataques de ansiedad, ya que el estrés y la ansiedad provocan un rápido aumento de la presión arterial.

Es probable que sea consciente de lo primero. La hipertensión es una parte natural del envejecimiento y de la dieta. Es algo que debe vigilar y tratar de controlar, pero también es algo que no siempre puede controlarse fácilmente.

Hipertensión por ansiedad

Comportarse de forma aprensiva (ansiedad) hace que el cuerpo produzca la respuesta al estrés. La respuesta al estrés segrega inmediatamente hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos del cuerpo para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza -para luchar con ella o huir de ella-, razón por la que la respuesta al estrés suele denominarse respuesta de lucha o huida.

Cuando las respuestas al estrés se producen con poca frecuencia, el cuerpo puede recuperarse con relativa rapidez de los cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales que provoca la respuesta al estrés. En consecuencia, los cambios de la respuesta al estrés son temporales. En circunstancias normales, estos cambios desaparecen rápidamente y no presentan efectos a largo plazo.

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Sin embargo, cuando las respuestas al estrés se producen con demasiada frecuencia y/o de forma dramática, el cuerpo tiene más dificultades para recuperarse, lo que puede hacer que el cuerpo permanezca en un estado semi-hiperestimulado, ya que las hormonas del estrés son estimulantes. Llamamos a este estado semi-hiperestimulado, hiperestimulación de la respuesta al estrés.

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