Porque puedes tener ansiedad

Porque puedes tener ansiedad

¿Qué es la ansiedad?

Un poco de ansiedad puede ser útil; por ejemplo, sentirse ansioso antes de un examen puede hacer que estés más alerta y mejorar tu rendimiento. Pero un exceso de ansiedad puede hacer que te sientas cansado e incapaz de concentrarte.

Cuando te sientes ansioso o estresado, tu cuerpo libera hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Éstas provocan los síntomas físicos de la ansiedad, como el aumento de la frecuencia cardíaca y de la sudoración.

Un poco de ansiedad está bien, pero la ansiedad a largo plazo puede causar problemas de salud más graves, como la presión arterial alta (hipertensión). También puede ser más probable que desarrolle infecciones. Si te sientes ansioso todo el tiempo o esto afecta a tu vida cotidiana, es posible que padezcas un trastorno de ansiedad o de pánico.

Cómo calmar un ataque de ansiedad

La ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Muchas personas se preocupan por cosas como la salud, el dinero o los problemas familiares. Pero los trastornos de ansiedad implican algo más que una preocupación o un miedo temporales. En el caso de las personas con un trastorno de ansiedad, la ansiedad no desaparece y puede empeorar con el tiempo. Los síntomas pueden interferir en las actividades diarias, como el rendimiento laboral, las tareas escolares y las relaciones.

El trastorno de ansiedad generalizada (TAG) suele implicar una sensación persistente de ansiedad o temor, que puede interferir en la vida diaria. No es lo mismo que preocuparse ocasionalmente por cosas o experimentar ansiedad debido a acontecimientos vitales estresantes. Las personas que padecen un trastorno de ansiedad generalizada experimentan una ansiedad frecuente durante meses, si no años.

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Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Los ataques de pánico son periodos repentinos de miedo intenso, malestar o sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.

Las personas con trastorno de pánico a menudo se preocupan por el momento en que se producirá el próximo ataque e intentan activamente prevenir futuros ataques evitando lugares, situaciones o comportamientos que asocian con los ataques de pánico. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.

Ataque de ansiedad

ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).

Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.

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Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.

Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.

Trastorno de ansiedad

Un trastorno de ansiedad no se desarrolla ni es causado por un solo factor, sino por una combinación de cosas.  Hay otros factores que influyen, como la personalidad, las experiencias vitales difíciles y la salud física.

Algunas personas que padecen trastornos de ansiedad pueden tener una predisposición genética a la ansiedad y, en ocasiones, estos trastornos pueden ser hereditarios. Sin embargo, el hecho de que uno de los padres o un pariente cercano padezca ansiedad u otro trastorno de salud mental no significa que se vaya a desarrollar automáticamente la ansiedad.

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Las investigaciones sugieren que las personas con determinados rasgos de personalidad son más propensas a padecer ansiedad. Por ejemplo, los niños que son perfeccionistas, se ponen nerviosos con facilidad, son tímidos, se inhiben, carecen de autoestima o quieren controlarlo todo, a veces desarrollan ansiedad durante la infancia, la adolescencia o cuando son adultos.

Las enfermedades físicas crónicas también pueden contribuir a los estados de ansiedad o influir en el tratamiento de la ansiedad o de la propia enfermedad física. Las enfermedades crónicas más comunes asociadas a los estados de ansiedad son

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