Trastorno de ansiedad fobia social
La ansiedad social está arruinando mi vida
El trastorno de ansiedad social no consiste únicamente en ser tímido o estar nervioso en situaciones formales o al tener que dar un discurso, situaciones en las que mucha gente se siente aprensiva. Ocurre en situaciones cotidianas, como comer en público, conocer gente o ser observado mientras se hace algo. Una persona puede sentir que se va a humillar o avergonzar.
El miedo a la vergüenza y a ser juzgado hace que las personas con trastorno de ansiedad social eviten o limiten las situaciones sociales, lo que puede repercutir en sus relaciones personales, provocar soledad, reducir el éxito en la escuela o el trabajo, depresión y abuso de sustancias.
Los síntomas físicos habituales de la ansiedad, como la sudoración excesiva, la aceleración de los latidos del corazón, las náuseas, los temblores, el sonrojo y la tartamudez, pueden ser especialmente estresantes para una persona con trastorno de ansiedad social, ya que estos síntomas pueden causar más vergüenza, ya que a la persona le preocupa que la gente se dé cuenta.
Si cree que puede padecer un trastorno de ansiedad social, debe pedir ayuda a su médico de cabecera o a un profesional de la salud mental. Existen tratamientos psicológicos y estrategias de afrontamiento que pueden ayudar, así como la medicación.
Ansiedad social, depresión
3. La fobia social, o trastorno de ansiedad social, es el miedo intenso, la ansiedad y la evitación de situaciones sociales en las que existe la posibilidad de ser escrutado o juzgado negativamente por los demás. La exposición al objeto o a la situación fóbica suele precipitar ataques de pánico provocados (esperados) y, posteriormente, conduce a la evitación. En los niños, el miedo y la ansiedad pueden expresarse mediante llantos, rabietas, congelación o aferramiento a los cuidadores. El miedo debe considerarse dentro de un contexto cultural y debe ser desproporcionado con respecto a cualquier peligro o amenaza real. Algunos niños y algunos adultos reconocen que su miedo es excesivo o irreal. Otros no. Para cumplir los criterios de diagnóstico, los síntomas deben ser persistentes, y suelen durar al menos 6 meses o más.
Las fobias específicas implican un miedo o una ansiedad excesivos que se desencadenan por la anticipación o la exposición a un objeto o una situación concretos. Hay una respuesta rápida al estímulo; normalmente ataques de pánico con señales (esperados), o ataques de pánico con síntomas limitados. Los niños pueden expresar este miedo con llantos, rabietas, congelación o aferrándose a sus cuidadores.
Tratamiento del trastorno de ansiedad social
El trastorno de ansiedad social, a veces llamado fobia social, se caracteriza por una excesiva preocupación y timidez ante las situaciones sociales cotidianas. Más que timidez o incomodidad ante otras personas, los que padecen fobia social tienen un miedo intenso, persistente e irracional a ser observados y juzgados por los demás o a hacer cosas que les avergüencen o les lleven al ridículo. Los síntomas físicos que suelen acompañar al trastorno de ansiedad social son el rubor, la sudoración, los temblores, las náuseas o la dificultad para hablar. Las personas que padecen este trastorno suelen tener dificultades para hacer o mantener amigos, y puede impedir la participación en una relación romántica, lo que hace que quienes lo padecen se sientan completamente aislados e incluso avergonzados.
Los niños y la fobia socialLos niños con fobia social tienden a evitar las situaciones sociales o a reaccionar con rabietas, lloros o “congelación”. Sus temores pueden centrarse en situaciones sociales como las fiestas o la conversación con profesores, directores u otras figuras de autoridad. Otros temores son utilizar un baño público, hablar por teléfono, escribir en una pizarra o leer delante de sus compañeros.El trastorno de ansiedad social puede alterar toda la vida del niño e interferir en el éxito escolar y en la creación de relaciones sociales. La ansiedad social también puede dar lugar a otros problemas de comunicación, como el mutismo selectivo, un trastorno en el que el niño puede negarse a hablar o tiene serias dificultades para comunicarse en una situación estresante o que le provoque miedo.
Trastorno de ansiedad generalizada
La mayoría de las personas se sienten tímidas o nerviosas en determinadas situaciones sociales. Hablar en público o entrar en una habitación llena de extraños puede provocar ansiedad en muchas personas. Sin embargo, este tipo de aprensión común no indica una fobia social. Para las personas con fobia social, las situaciones sociales provocan sentimientos que van más allá de la simple ansiedad o el nerviosismo.
Una fobia social se produce en una persona cuando: Se calcula que alrededor del 3% de la población australiana padece fobia social en un año cualquiera. Hasta el 13% de la población puede desarrollar fobia social a lo largo de su vida. Los hombres y las mujeres se ven igualmente afectados, aunque es mayor el número de hombres que buscan tratamiento.
El tratamiento mediante TCC puede incluir Técnicas de control de la ansiedad El entrenamiento en relajación y las técnicas de respiración pueden ayudar a la persona a controlar sus síntomas de ansiedad. Algunos síntomas de ansiedad física pueden ser desencadenados por la hiperventilación (respiración excesiva). Respirar lenta y profundamente desde el abdomen, en lugar de respirar rápida y superficialmente desde el pecho, puede reducir los sentimientos de ansiedad.