Trastorno de ansiedad fóbica
Tratamiento del trastorno de ansiedad fóbica
Una fobia es un tipo de trastorno de ansiedad. Si tiene una fobia, tendrá una necesidad abrumadora de evitar todo contacto con la fuente de su ansiedad. Entrar en contacto con la causa de su fobia, o incluso pensar en ello, puede provocarle ansiedad y causarle pánico.
Si la causa de su fobia es un objeto o animal con el que no entra en contacto habitualmente, como una serpiente, es poco probable que afecte a su vida cotidiana. Sin embargo, si tiene una fobia más compleja, como la agorafobia (véase más adelante), puede resultarle muy difícil llevar una vida normal.
Las fobias afectan a distintas personas de manera diferente. Algunas personas sólo reaccionan con una ansiedad leve cuando se enfrentan al objeto de su miedo, mientras que otras experimentan una ansiedad grave o sufren un ataque de pánico severo.
Las fobias complejas tienden a ser más incapacitantes que las fobias simples porque suelen estar asociadas a un miedo o ansiedad muy arraigados a una circunstancia o situación concreta. Dos ejemplos comunes de fobias complejas son la agorafobia y la fobia social.
Trastorno de ansiedad fóbica, sin especificar
El trastorno de ansiedad social (TAS), también conocido como fobia social, es un trastorno de ansiedad caracterizado por sentimientos de miedo y ansiedad en situaciones sociales, que causan un malestar considerable y un deterioro de la capacidad para funcionar en al menos algunos aspectos de la vida diaria[5]: 15 Estos temores pueden ser desencadenados por el escrutinio percibido o real de los demás. Los individuos con trastorno de ansiedad social temen las evaluaciones negativas de otras personas.
Los síntomas físicos suelen incluir rubor excesivo, sudoración excesiva, temblores, palpitaciones y náuseas. Puede haber tartamudeo y habla rápida. Los ataques de pánico también pueden producirse bajo un miedo y un malestar intensos. Algunas personas afectadas pueden consumir alcohol u otras drogas para reducir los miedos y las inhibiciones en los actos sociales. Es habitual que las personas con fobia social se automediquen de esta manera, especialmente si no están diagnosticadas, no reciben tratamiento o ambas cosas; esto puede conducir a un trastorno por consumo de alcohol, a trastornos alimentarios o a otros tipos de trastornos por consumo de sustancias. A veces se hace referencia al TAS como una enfermedad de oportunidades perdidas en la que “los individuos toman decisiones importantes en su vida para adaptarse a su enfermedad”[6][7] Según las directrices de la CIE-10, los principales criterios diagnósticos de la fobia social son el miedo a ser el centro de atención, o el miedo a comportarse de una manera que resulte embarazosa o humillante, la evitación y los síntomas de ansiedad[8] Se pueden utilizar escalas de clasificación estandarizadas para detectar el trastorno de ansiedad social y medir la gravedad de la ansiedad.
Definición de trastorno de ansiedad fóbica
Las personas se ponen ansiosas cuando tienen que enfrentarse a una situación muy estresante, como hacer un examen, ir a una entrevista de trabajo o casarse. Cuando uno está ansioso y estresado, el cuerpo reacciona: las manos se ponen húmedas, el corazón late un poco más rápido e incluso puede sentirse mareado. Algunas personas se preocupan por el miedo y la preocupación, y los sentimientos intensos de ansiedad continúan. Si esto ocurre, el individuo puede padecer un trastorno de ansiedad.
Uno de cada seis canadienses sufre un trastorno de ansiedad. La ansiedad puede adoptar la forma de trastorno de pánico, fobia o trastorno obsesivo-compulsivo. Sin tratamiento, la salud física, mental y emocional del individuo puede estar en peligro. Los trastornos de ansiedad también pueden conducir al abuso de alcohol y/o drogas, problemas familiares, depresión y, en algunos casos, al suicidio.
Durante un ataque de pánico pueden aparecer sensaciones como sudoración, náuseas, temblores y entumecimiento de las piernas o las manos, mareos, sofocos, sensación de opresión en el pecho, hiperventilación, piernas de gelatina o visión borrosa. Las personas pueden llegar a sentir que van a morir de un ataque al corazón o a perder el control de sus funciones corporales. Estas intensas sensaciones de pánico no suelen durar mucho tiempo y la mayoría de las personas consideran que se trata de un “ataque de pánico” momentáneo. Sin embargo, algunas personas se agitan mucho y desarrollan un miedo a que se repita. Si un individuo tiene más de cuatro ataques de pánico en un mes o un ataque de pánico ocurre cuando el individuo no está en una situación de ansiedad o estrés, es probable que tenga un trastorno de pánico. Los individuos susceptibles de sufrir ataques de pánico son más propensos a estar preocupados por la enfermedad, la muerte o la pérdida de control.
Síntomas del trastorno de ansiedad fóbica
La ansiedad fóbica se caracteriza por un miedo intenso e irracional a un objeto, una actividad o una situación que no representa ningún peligro real. Hay muchas fobias específicas, como la agorafobia (miedo a los espacios abiertos) y la claustrofobia (miedo a los espacios cerrados). La persona intentará evitar el objeto, la actividad o la situación que desencadena la respuesta fóbica. La persona puede reconocer que el miedo es excesivo o irracional. Si la persona es incapaz de alejarse de la situación, puede experimentar importantes síntomas de ansiedad, como pánico, miedo, aceleración del ritmo cardíaco, dificultad para respirar y temblores.
Otro ejemplo de fobia que se produce con relativa frecuencia tras un accidente de tráfico es una fobia específica relacionada con los viajes en coche/taxi/autobús. En este contexto, la persona puede experimentar altos niveles de ansiedad y ataques de pánico y puede evitar viajar en determinados medios de transporte. La ansiedad experimentada en este contexto puede entenderse como un síntoma postraumático que puede convertirse en una fobia.