Que se siente tener un ataque de ansiedad

Cómo calmar un ataque de ansiedad

Si 2.600 millones de personas padecen una enfermedad, se podría pensar que todos estaríamos más familiarizados con ella. Después de todo, esa cifra representa el 33,7% de la población mundial. También representa la parte de esa población que en algún momento experimentará un trastorno de ansiedad, según los Institutos Nacionales de la Salud. Para esos miles de millones, la experiencia de la ansiedad clínica puede ir desde una inquietud persistente, distracción y una especie de apretón de todo el cuerpo, hasta la crisis paralizante de un ataque de pánico en toda regla. Todo ello es muy desagradable; todo ello es un estado del que se intenta escapar, lo que normalmente sólo lo empeora. Pero todo ello, afortunadamente, es diagnosticable, controlable y, en última instancia, tratable. La clave está en reconocer si la ansiedad alcanza el nivel de un trastorno clínico y, en ese caso, qué hacer al respecto.

La ansiedad puede, por definición, sentirse mal, pero eso no significa que sea mala. Hay un mundo amenazante ahí fuera y el cerebro necesita una forma de llamar la atención cuando se tropieza con el peligro. De ello se encargan dos regiones cerebrales: la amígdala, situada en el sótano del cerebro, y la corteza cerebral, más elevada y compleja. Como corresponde a su humilde ubicación, la amígdala procesa emociones muy básicas -miedo, ira, culpa, envidia- y las gestiona de forma rápida e irreflexiva. El miedo que se experimenta ante un desconocido amenazante y el que se experimenta ante una película de miedo hacen saltar las mismas alarmas de la amígdala, y lo hacen en 20 milisegundos, algo muy bueno si el peligro es real. La tarea de determinar si lo es o no pasa a la corteza cerebral, que analiza las cosas con más frialdad y responde a la amenaza o apaga la sirena que la amígdala ha activado.

  Sintoma ataque de ansiedad

Cómo se siente un ataque de ansiedad en el pecho

¿Tienes a veces ataques repentinos de ansiedad y miedo abrumador que duran varios minutos? Tal vez su corazón late con fuerza, suda y siente que no puede respirar o pensar con claridad. ¿Estos ataques se producen en momentos imprevisibles y sin un desencadenante aparente, lo que hace que se preocupe por la posibilidad de tener otro en cualquier momento?

Un trastorno de pánico no tratado puede afectar a su calidad de vida y provocar dificultades en el trabajo o los estudios. La buena noticia es que el trastorno de pánico es tratable. Obtenga más información sobre los síntomas del trastorno de pánico y cómo encontrar ayuda.

Las personas con trastorno de pánico tienen ataques de pánico frecuentes e inesperados. Estos ataques se caracterizan por una oleada repentina de miedo o malestar o una sensación de pérdida de control, incluso cuando no hay un peligro o un desencadenante claro. No todas las personas que experimentan un ataque de pánico desarrollan un trastorno de pánico.

Los ataques de pánico suelen incluir síntomas físicos que pueden parecerse a los de un ataque al corazón, como temblores, hormigueos o aceleración del ritmo cardíaco. Los ataques de pánico pueden ocurrir en cualquier momento. Muchas personas con trastorno de pánico se preocupan por la posibilidad de tener otro ataque y pueden cambiar significativamente su vida para evitar tener otro ataque. Los ataques de pánico pueden ocurrir tan frecuentemente como varias veces al día o tan raramente como unas pocas veces al año.

  Diferencia entre ataque de nervios y ataque de ansiedad

Cómo se siente físicamente un ataque de ansiedad

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Los ataques de pánico son el síntoma más común asociado al diagnóstico de trastorno de pánico. Sin embargo, pueden ocurrir con una variedad de trastornos de ansiedad y del estado de ánimo, así como con otras condiciones médicas.  Los ataques de pánico también pueden ocurrir en respuesta a eventos específicos o situaciones estresantes.

Un ataque de pánico puede describirse como una intensa sensación de miedo o nerviosismo extremo que se produce de forma brusca. Normalmente, estos sentimientos de terror y aprensión se producen sin previo aviso y son desproporcionados con respecto a cualquier amenaza o peligro real.

Los ataques de pánico implican una combinación de síntomas emocionales, cognitivos y físicos. Por ejemplo, cuando experimenta un ataque de pánico, una persona puede sentirse avergonzada o angustiada por sus síntomas. Pueden aparecer diversos síntomas somáticos, como sudoración, temblores y dolor en el pecho.

Cómo se siente un ataque de ansiedad mentalmente

Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad.  Esta información es para las personas afectadas por trastornos de ansiedad en Inglaterra que tengan 18 años o más. También es para sus cuidadores, amigos y familiares y cualquier persona interesada en este tema.

  Porque pasan los ataques de ansiedad

Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puedes preocuparte por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como “lucha o huida”.

El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.

Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.

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