Flora intestinal y ansiedad

Dieta no probiótica para la ansiedad

Si alguna vez se ha dejado llevar por su instinto a la hora de tomar una decisión o ha sentido “mariposas en el estómago” cuando está nervioso, es probable que esté recibiendo señales de una fuente inesperada: su segundo cerebro. Escondido en las paredes del sistema digestivo, este “cerebro en el intestino” está revolucionando la comprensión de la medicina sobre los vínculos entre la digestión, el estado de ánimo, la salud e incluso la forma de pensar.

Los científicos llaman a este pequeño cerebro sistema nervioso entérico (SNE). Y no es tan pequeño. El SNE son dos finas capas de más de 100 millones de células nerviosas que recubren el tracto gastrointestinal, desde el esófago hasta el recto.

A diferencia del gran cerebro del cráneo, el SNE no puede hacer el balance de la chequera ni componer una nota de amor. “Su función principal es controlar la digestión, desde la deglución hasta la liberación de enzimas que descomponen los alimentos, pasando por el control del flujo sanguíneo que ayuda a la absorción de nutrientes y la eliminación”, explica el doctor Jay Pasricha, director del Centro de Neurogastroenterología del Johns Hopkins, cuyas investigaciones sobre el sistema nervioso entérico han suscitado atención internacional. “El sistema nervioso entérico no parece capaz de pensar como lo conocemos, pero se comunica con nuestro gran cerebro, con resultados profundos”.

Bacterias intestinales y depresión

Las bacterias que viven en el intestino humano ejercen una extraña influencia sobre el estado de ánimo, la depresión y otros aspectos, pero no estaba claro cómo las bacterias que habitan en el vientre ejercen el control remoto del cerebro (SN: 4/2/16, p. 23). Ahora, una investigación realizada en roedores sugiere que los microbios intestinales pueden alterar el inventario de microARN -moléculas que ayudan a mantener las células en funcionamiento gestionando la producción de proteínas- en las regiones del cerebro implicadas en el control de la ansiedad.

  Cuanto dura la disnea por ansiedad

Cada vez hay más pruebas que indican “que la forma en que pensamos y sentimos podría estar controlada por nuestra microbiota intestinal”, afirma el coautor del estudio, Gerard Clarke, psiquiatra del University College Cork (Irlanda). Por ejemplo, la presencia o ausencia de bacterias intestinales puede influir en que un ratón muestre comportamientos similares a la ansiedad, como evitar las luces brillantes o los espacios abiertos.

Clarke y sus colegas compararon ratones normales, cuyo tracto gastrointestinal estaba repleto de bacterias, con ratones criados en entornos estériles, cuyos intestinos no contenían ningún microbio. Los investigadores descubrieron que en las regiones del cerebro implicadas en la regulación de la ansiedad -la amígdala y el córtex prefrontal- los ratones sin microbios presentaban una sobreabundancia de algunos tipos de microARN y una escasez de otros en comparación con los ratones normales. Después de que los científicos expusieran a algunos ratones esterilizados a los microbios, los niveles de microARN de los roedores se aproximaron más a los de los ratones normales.

Sanar mi intestino curó mi ansiedad

La ansiedad y la depresión son enfermedades mentales muy frecuentes en todo el mundo y desde hace tiempo se cree que están estrechamente relacionadas con la modulación de los neurotransmisores. Cada vez hay más pruebas que indican que los cambios en la composición de la microbiota intestinal están relacionados con la salud mental, incluidas la ansiedad y la depresión. En esta revisión, nos centramos en la combinación de la microbiota intestinal con la neurotransmisión serotoninérgica, dopaminérgica y noradrenérgica en el cerebro, con especial énfasis en los comportamientos de ansiedad y depresión en modelos de roedores relacionados con el estrés. Por lo tanto, revisamos los estudios realizados en roedores libres de gérmenes, o en animales sometidos a la ausencia de microbiota mediante antibióticos, así como mediante el uso de probióticos. Todos los resultados apoyan firmemente que la modulación de los neurotransmisores cerebrales por la microbiota intestinal es indispensable para la fisiopatología de la ansiedad y la depresión. Sin embargo, es necesario trabajar mucho para determinar si la neurotransmisión mediada por la microbiota intestinal en el cerebro humano tiene alguna importancia fisiológica y, si la tiene, cómo puede utilizarse en la terapia. En general, la microbiota intestinal ofrece una forma novedosa de alterar la modulación de los neurotransmisores en el cerebro y tratar las enfermedades del eje intestino-cerebro, como la ansiedad y la depresión.

  Las personas con ansiedad son agresivas

Los probióticos curaron mi ansiedad reddit

El cuerpo humano alberga una gran colección de microorganismos, principalmente bacterias, pero también virus, protozoos, hongos y arqueas. Se conocen colectivamente como el microbioma. La microbiota intestinal, la flora intestinal o el microbioma son los microorganismos que viven en el tracto digestivo de los seres humanos y otros animales. Mientras que algunas bacterias están asociadas a enfermedades, otras son especialmente importantes para muchos aspectos de la salud. De hecho, hay más células bacterianas en el cuerpo humano que células humanas: aproximadamente 40 billones de células bacterianas frente a sólo 30 billones de células humanas. Estos microbios pueden pesar tanto como el cerebro. Juntos, funcionan como un órgano más del cuerpo humano y desempeñan un papel enorme en la salud humana. El genoma colectivo del microbioma intestinal supera más de 100 veces la cantidad de ADN humano en el cuerpo. Teniendo en cuenta este enorme potencial genético de la microbiota, se prevé que desempeñe un papel en prácticamente todos los procesos fisiológicos del cuerpo humano. Las bacterias intestinales se han relacionado con varias enfermedades mentales, y se ha descubierto que los pacientes con diversos trastornos psiquiátricos, como la depresión, el trastorno bipolar, la esquizofrenia y el autismo, presentan alteraciones significativas en la composición de sus microorganismos intestinales.

  Ansiedad y problemas intestinales
Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad