Carta a mi ansiedad

Carta a mi ansiedad

Carta a mi amigo con ansiedad

La ansiedad ocupa demasiado espacio en la vida de muchas personas. En mi consultorio, veo los impactos significativos que tiene en la vida de una persona y lo debilitante que puede ser. También veo lo manipuladora que es y cómo crea esas falsas amenazas que hacen que la persona se sienta cada vez más insegura a la hora de hacer cambios positivos en su vida. Si estás luchando contra la ansiedad, te recomiendo no sólo que escribas una carta como ésta a tu ansiedad, sino también que te permitas obtener la ayuda que tanto necesitas como mereces para empezar a sentirte mejor.    La esperanza, creo, es realmente una de las cosas más importantes en la vida, ya que nos da el espacio y la creencia de que la vida puede ser mejor, algo que todos queremos en nuestras horas más oscuras.

Una carta a la persona que no entiende mi ansiedad

Muchas mentes en nuestro bello mundo tienen problemas de ansiedad y preocupaciones. Es una carga frecuente entre los amigos, la familia, los colegas y, simplemente, los seres humanos. Uno de ellos es un amigo mío.

Ha luchado contra la ansiedad desde que lo conozco. Lleva consigo una pesada carga de preocupaciones que le pesan como una mochila cargada en una agotadora caminata. Todavía no ha aprendido a disminuir el peso de su mochila, sigue llevando esa pesada carga.

  Ansiedad pensar en la muerte

Hoy es su cumpleaños, y para ello, he pensado en escribirle una carta para hacerle reflexionar y ayudarle a ver lo que yo veo en él (mucho más de lo que él ve en sí mismo). Así que… esta es una carta para un amigo ansioso al que quiero mucho.

Has luchado con la ansiedad durante muchos años; yo he estado ahí muchas veces en el camino. He tratado de ayudarte en cada momento. La ansiedad te ha dicho cosas que has creído, muchas de ellas mentiras y exageraciones. La ansiedad te ha dicho cosas que han plagado tu mente con una falta de confianza, claridad y arrogancia que ambos sabemos que posees. He estado contigo y lo he visto de primera mano. Quiero mostrarte lo que veo: la perspectiva de alguien que te conoce y te quiere bien.

Una carta abierta sobre mi tristeza

Skip to main content9 de noviembre de 2022Misbah ha hecho su licenciatura en Psicología. Tiene acceso a una amplia gama de expertos en salud mental que tratan las enfermedades mentales.Una carta en el buzónhttps://unsplash.com/photos/NBMdqEviK_c?utm_source=unsplash&utm_medium=referral&utm_content=creditShA veces no te entiendes. A veces ni siquiera te entiendes a ti mismo. ¿Cuál es el origen de tu ansiedad? ¿Debes vivir con ella el resto de tu vida o puedes deshacerte de ella? La ansiedad es una batalla constante a la que se enfrentan cada vez más personas hoy en día.Es fundamental conocer a nuestro enemigo en cada batalla, pero la ansiedad tiene mil caras, y cada vez actúa con una diferente. En esta ocasión, voy a revelar una carta que recibí de mi ansiedad. Así que, si tú también la sufres, esta carta puede servirte de ayuda y apoyo.

  A donde acudir si tengo ansiedad

Carta abierta a alguien con ansiedad

A veces, me pregunto por qué me han maldecido contigo. Tú, que no eres de fiar y me dices que entre en pánico cuando todos los demás están tranquilos. Tú que me susurra que no soy lo suficientemente buena incluso después de un gran logro, y tú, la que se apodera de mi cuerpo en ataques de pánico inmovilizadores sin siquiera un momento de aviso.

Y eso es inequívocamente, dolorosamente cruel. Tienes que saber lo cruel que es, cerebro. Porque aunque sabes que debería dejar pasar este miedo, no me dejas. Incluso cuando te burlas de la realidad, me obligas a aferrar esa ansiedad a mi pecho. Me obligas a entrar en guerra conmigo misma, a hacer que rumie hasta quedar física y mentalmente agotada, a hacer que mis pensamientos reboten de un lado a otro entre “y si…” como bolas en una máquina de pinball.  La única forma en que puedo desprenderme realmente de mis preocupaciones es por puro agotamiento.

  La ansiedad no mata pero fatiga

Odio que me obligues a apartar a mis seres queridos y a preguntarles por mis miedos, a preguntarles si son realmente reales o sólo están dentro de mi cabeza. Odio que me avergüences de esa manera. Y odio que cuando terminas de someterme a esos ridículos simulacros de ansiedad, cuando soy capaz de mirar atrás con claridad, me resulte tan fácil ver que las dudas con las que me atormentaste no son reales, que son fantasmas del mundo que creaste dentro de mí, el mundo donde todo falla y la adrenalina reina.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad