Fármaco sedante para tratar la ansiedad
Sedantes
Los sedantes más comunes son los barbitúricos, las benzodiacepinas, el gamma-hidroxibutirato (GHB), los opiáceos y los fármacos inductores del sueño como el zolpidem (Ambien) y la eszopiclona (Lunesta). Los sedantes son depresores del sistema nervioso central y su potencia varía mucho. Suelen presentarse en forma de píldora o líquido. Aunque los sedantes se utilizan ampliamente por sus propiedades medicinales, su abuso puede provocar dependencia y adicción.
Los sedantes se utilizan para tratar diversas afecciones; algunos ejemplos comunes son la ansiedad, la tensión, las convulsiones, los trastornos de pánico y los trastornos del sueño. La mayoría de los sedantes que se utilizan con fines recreativos han sido desviados del uso médico. Para más información, véase Abuso de medicamentos con receta.
Los efectos de los sedantes pueden durar desde un par de horas hasta más de un día. En general, los sedantes causan depresión física, relajación muscular y sedación; debido a los distintos tipos de sedantes, hay una gama de otros efectos dependiendo de la sustancia que se haya tomado. Los sedantes deprimen la mayoría de las funciones corporales, por lo que afectan en gran medida a la capacidad de conducir, manejar maquinaria y participar en tareas que requieren coordinación muscular. Una persona que esté bajo la influencia de un sedante, especialmente si se combina con otra droga, no debe conducir nunca. Estos son algunos de los efectos de los sedantes:
Medicamentos sedantes para la cirugía
El primer paso para tratar la ansiedad suele ser entender qué es, cómo le afecta y, si es posible, hacer cambios en el estilo de vida. Su médico o un terapeuta también pueden recurrir a la terapia psicológica. Su médico puede remitirle a un psicólogo para que le aplique la terapia cognitivo-conductual (TCC), que es un tipo de terapia psicológica que puede ayudarle a cambiar sus pensamientos y comportamientos, u otros tipos de terapias psicológicas.
Hay varios tipos de antidepresivos, pero los más utilizados para tratar la ansiedad son los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS) y los inhibidores de la recaptación de serotonina y noradrenalina (IRSN). Estos medicamentos aumentan el nivel de ciertas sustancias químicas en el cerebro que pueden afectar al estado de ánimo.
Las benzodiacepinas, también conocidas como sedantes, suelen utilizarse sólo para reducir la ansiedad a corto plazo (menos de un mes, y cuanto menos tiempo, más seguro), ya que son adictivas. Las benzodiacepinas se recetan a veces para ayudar a dormir.
La medicación suele tardar más en tratar la ansiedad que la depresión. La medicación puede tardar varias semanas en hacer efecto. Los estudios demuestran que la medicación para la ansiedad funciona mejor si la persona también recibe terapia.
El mejor antidepresivo para la ansiedad
R: Los sedantes y los hipnóticos son dos clases de medicamentos recetados que suelen llamarse “tranquilizantes”, “pastillas para dormir” o “sedantes”. Afectan al sistema nervioso central -el cerebro y la médula espinal- y tienen un efecto relajante y calmante. A menudo se recetan a los adultos mayores para problemas como la ansiedad y la dificultad para dormir.
R: Hay dos tipos principales de hipnóticos-sedantes: las benzodiacepinas y los fármacos Z. Las benzodiacepinas más comunes son Xanax (alprazolam), Librium (clordiazepóxido), Valium (diazepam) y Ativan (lorazepam). Los fármacos Z más comunes son Ambien (zolpidem), Lunesta (eszopiclona) y Sonata (zaleplon). Suelen recetarse a pacientes con ansiedad y dificultad para dormir.
R: Los estudios sugieren que no lo son. Han constatado que las personas que toman benzodiacepinas y fármacos Z tienen cinco veces más probabilidades de tener problemas de memoria, cuatro veces más de sentir somnolencia durante el día, dos veces más de sufrir caídas y fracturas (como las de cadera), y dos veces más de tener un accidente de tráfico. Estos efectos secundarios pueden provocar hospitalizaciones y muertes entre los adultos mayores. Las investigaciones sugieren que los medicamentos Z no son una alternativa más segura para los adultos mayores.
Medicación sedante suave
Las benzodiacepinas son un grupo de medicamentos que pueden ayudar a reducir la ansiedad y facilitar el sueño. También se utilizan como relajantes musculares, para inducir la sedación en intervenciones quirúrgicas y otros procedimientos médicos, y en el tratamiento de las convulsiones y la abstinencia de alcohol. Las benzodiacepinas también se denominan tranquilizantes menores, sedantes o hipnóticos. Son los fármacos psicoactivos más recetados en el mundo.
Varios tipos de ejercicio, como caminar, correr, hacer yoga o tai chi, pueden ayudar, al igual que reducir el estrés en su vida y dedicar tiempo a actividades relajantes como la meditación, la lectura de un libro o un baño caliente. Hablar con un amigo, un familiar o un terapeuta de confianza y resolver los problemas que le preocupan también puede ayudar. Siempre que sea posible, deben probarse primero estos enfoques, antes de las benzodiacepinas. Sin embargo, cuando los enfoques no farmacológicos no son posibles o no ayudan, las benzodiacepinas pueden proporcionar alivio.
Cuando se utilizan adecuadamente, las benzodiacepinas son medicamentos seguros y eficaces. Sin embargo, tienen un potencial de abuso y pueden ser adictivas. Por este motivo, normalmente sólo se recomiendan para un uso a corto plazo u ocasional.