Porque se sufren ataques de ansiedad
Llanto por ataque de ansiedad
El trastorno de pánico es el término utilizado para describir cuando los ataques de pánico son recurrentes e incapacitantes. El trastorno de pánico puede caracterizarse por: Durante un ataque de pánico, te sientes repentinamente abrumado por las sensaciones físicas descritas anteriormente. Los ataques de pánico alcanzan su punto álgido en unos 10 minutos y suelen durar hasta media hora, lo que le hace sentirse cansado o agotado. Pueden ocurrir varias veces al día o sólo una vez cada cierto tiempo. Incluso pueden ocurrir mientras las personas están dormidas, despertándolas durante el ataque. Muchas personas experimentan un ataque de pánico una o dos veces en su vida; esto es común y no es un trastorno de pánico.
Los ataques de pánico son sorprendentemente comunes. Hasta el 40% de la población experimentará un ataque de pánico en algún momento de su vida.1 Algunos de los signos y síntomas comunes de un ataque de pánico son:
Las personas que sufren un ataque de pánico también pueden experimentar una “desrealización”, es decir, una sensación de que usted o el mundo que le rodea no son reales. Se cree que este síntoma está asociado a los cambios fisiológicos que se producen en el cuerpo durante la respuesta de ansiedad.
Trastorno de ansiedad generalizada
ResumenExperimentar ansiedad ocasional es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.
Cómo calmar un ataque de ansiedad
Los trastornos de ansiedad son comunes en personas de todas las edades. Pueden variar en gravedad desde leves hasta debilitantes. Afortunadamente, hay ayuda disponible para aquellos que sufren trastornos de ansiedad para que puedan llevar una vida sana y feliz.
Cuando una persona tiene un trastorno de ansiedad, puede sentirse temerosa o insegura casi todo el tiempo. Según el Instituto Nacional de Salud Mental, el miedo y la ansiedad que se producen debido a un trastorno de ansiedad son notablemente diferentes a los breves episodios de estos sentimientos que suelen estar relacionados con acontecimientos normales, como hablar en un acto público o quedar con una cita a ciegas. En la mayoría de los casos, si una persona tiene un trastorno de ansiedad, sus síntomas de trastorno de ansiedad persistirán durante más de seis meses. Hay varios tipos diferentes de trastornos de ansiedad.
Si tiene un trastorno de ansiedad generalizado, puede sentirse constantemente preocupado aunque no haya ningún motivo real para preocuparse por nada. En la mayoría de los casos, este tipo de trastorno de ansiedad comienza en la adolescencia y sus síntomas empeoran a medida que se avanza en la edad adulta.
Ataque de pánico
El Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5) agrupa los ataques de pánico en dos categorías: esperados o inesperados. Si siente que ha tenido un ataque de pánico sin motivo, es probable que haya experimentado uno que se consideraría inesperado.
Los ataques de pánico esperados suelen estar asociados a un desencadenante específico, como las multitudes, los vuelos o los exámenes, mientras que los ataques de pánico inesperados no tienen un desencadenante aparente y pueden parecer que ocurren sin motivo.
Los ataques de pánico suelen producirse como resultado de una mala interpretación de los síntomas físicos de la ansiedad. Las palpitaciones pueden confundirse con los síntomas de un ataque al corazón, la falta de aire o la sensación de desmayo pueden tomarse como una señal de que la persona se está desmayando o muriendo, y los pensamientos acelerados pueden llevar a la persona a pensar que está perdiendo el control de su mente.
Si sufres ataques de pánico, es importante que practiques el autocuidado y te enseñes estrategias de relajación que te ayuden a controlarlos. También se recomienda buscar apoyo profesional para los ataques de pánico, ya que esto puede ayudarle a controlarlos de forma eficaz y evitar que se produzcan en el futuro.