Ataque de ansiedad tratamiento farmacologico
Tratamiento de los ataques de pánico nocturnos
Las benzodiacepinas son un grupo de medicamentos que pueden ayudar a reducir la ansiedad y facilitar el sueño. También se utilizan como relajantes musculares, para inducir la sedación en intervenciones quirúrgicas y otros procedimientos médicos, y en el tratamiento de las convulsiones y la abstinencia de alcohol. Las benzodiacepinas también se denominan tranquilizantes menores, sedantes o hipnóticos. Son los fármacos psicoactivos más recetados en el mundo.
Varios tipos de ejercicio, como caminar, correr, hacer yoga o tai chi, pueden ayudar, al igual que reducir el estrés en su vida y dedicar tiempo a actividades relajantes como la meditación, la lectura de un libro o un baño caliente. Hablar con un amigo, un familiar o un terapeuta de confianza y resolver los problemas que le preocupan también puede ayudar. Siempre que sea posible, deben probarse primero estos enfoques, antes de las benzodiacepinas. Sin embargo, cuando los enfoques no farmacológicos no son posibles o no ayudan, las benzodiacepinas pueden proporcionar alivio.
Cuando se utilizan adecuadamente, las benzodiacepinas son medicamentos seguros y eficaces. Sin embargo, tienen un potencial de abuso y pueden ser adictivas. Por este motivo, normalmente sólo se recomiendan para un uso a corto plazo u ocasional.
Medicación a largo plazo para el trastorno de pánico
Los síntomas del ataque de pánico suelen comenzar de forma brusca e incluyen aceleración de los latidos del corazón, sensaciones en el pecho, dificultad para respirar, mareos, hormigueo y ansiedad. Los tratamientos incluyen varios medicamentos y psicoterapia.
Una autorización de uso de emergencia (EUA) permite a la FDA autorizar productos médicos no aprobados o usos no aprobados de productos médicos aprobados para ser utilizados en una emergencia de salud pública declarada cuando no hay alternativas adecuadas, aprobadas y disponibles.
Los estudios de reproducción animal han mostrado un efecto adverso en el feto y no hay estudios adecuados y bien controlados en humanos, pero los beneficios potenciales pueden justificar el uso en mujeres embarazadas a pesar de los riesgos potenciales.
Existen pruebas positivas de riesgo fetal en humanos basadas en datos de reacciones adversas procedentes de la experiencia de investigación o comercialización o de estudios en humanos, pero los beneficios potenciales pueden justificar el uso en mujeres embarazadas a pesar de los riesgos potenciales.
Los estudios en animales o en humanos han demostrado anormalidades fetales y/o hay evidencia positiva de riesgo fetal en humanos basada en datos de reacciones adversas de la experiencia de investigación o comercialización, y los riesgos involucrados en el uso en mujeres embarazadas claramente superan los beneficios potenciales.
Tratamiento de los ataques de ansiedad
Criterios para el diagnóstico del trastorno de pánicoNo todas las personas que sufren ataques de pánico padecen un trastorno de pánico. Para el diagnóstico del trastorno de pánico, el Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-5), publicado por la Asociación Americana de Psiquiatría, enumera estos puntos:
Si tiene ataques de pánico pero no se le ha diagnosticado un trastorno de pánico, aún puede beneficiarse del tratamiento. Si los ataques de pánico no se tratan, pueden empeorar y convertirse en un trastorno de pánico o en fobias.Más información
TratamientoEl tratamiento puede ayudar a reducir la intensidad y la frecuencia de sus ataques de pánico y mejorar su funcionamiento en la vida diaria. Las principales opciones de tratamiento son la psicoterapia y los medicamentos. Se puede recomendar uno o ambos tipos de tratamiento, en función de sus preferencias, sus antecedentes, la gravedad de su trastorno de pánico y si tiene acceso a terapeutas con formación especial en el tratamiento de los trastornos de pánico.
PsicoterapiaLa psicoterapia, también llamada terapia de conversación, se considera un tratamiento eficaz de primera elección para los ataques de pánico y el trastorno de pánico. La psicoterapia puede ayudarle a entender los ataques de pánico y el trastorno de pánico y a aprender a enfrentarse a ellos.
Tratamiento de los ataques de pánico sin medicación
El trastorno de pánico es un trastorno de ansiedad caracterizado por ataques de pánico inesperados. A menudo se asocia con una evitación situacional (agorafobia) derivada del miedo a nuevos ataques.1 Los estudios epidemiológicos sugieren que el trastorno de pánico, con o sin agorafobia, tiene una prevalencia a lo largo de la vida de entre el 1,5 y el 3,0%1 y una tendencia familiar. Puede tener un curso crónico y recidivante y puede producir una importante discapacidad y angustia personal. El trastorno de pánico se observa con frecuencia en el ámbito de la medicina de familia, pero a menudo no se detecta o se diagnostica erróneamente porque su presentación clínica se asemeja a la de otras afecciones médicas.2 Un amplio conjunto de pruebas demuestra que el trastorno de pánico responde a diversas farmacoterapias y a terapias cognitivas y cognitivo-conductuales. El reconocimiento precoz y el tratamiento rápido y adecuado son las claves para el manejo eficaz de este trastorno.
El trastorno de pánico se caracteriza por el ataque de pánico inesperado, “de la nada”. Un ataque de pánico se define como un episodio discreto de síntomas intensos que alcanzan su punto máximo en 10 minutos y que implican principalmente manifestaciones del sistema nervioso simpático. Según los criterios del Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales (DSM-IV),1 un ataque de pánico debe incluir al menos cuatro de los síntomas enumerados en la tabla 1.