Cansancio mental por ansiedad
Ansioso cuando está cansado
El cansancio mental es una sensación demasiado común hoy en día. La incertidumbre, los altos niveles de estrés y un estilo de vida exigente hacen que nuestra mente se sienta francamente agotada. Pero vivir en un estado de fatiga mental permanente puede tener consecuencias en nuestro bienestar personal y profesional.
Según investigaciones recientes, un cerebro sobreestimulado perjudica sus capacidades cognitivas. Esto afecta a la productividad, la capacidad de tomar decisiones o la memoria. Por ejemplo, la niebla cerebral dificulta la concentración. Incluso las tareas domésticas más sencillas, como fregar los platos o hacer la colada, parecen engorrosas.
La fatiga mental es un estado de cansancio que se produce cuando se agotan los niveles de energía del cerebro. La fatiga mental suele ser el resultado de un estrés prolongado. El estrés prolongado puede ser provocado por diversos factores, como un acontecimiento vital difícil, un trabajo exigente o la postergación.
El agotamiento mental prolongado también afecta a la vida profesional. Cuando los síntomas no se controlan, se produce el agotamiento laboral. Los síntomas del agotamiento laboral incluyen la falta de confianza en sus capacidades, la disminución de la satisfacción laboral y la falta de motivación.
Cansado después de un ataque de ansiedad
El agotamiento por ansiedad puede ser como nada que hayamos experimentado. Nuestra cabeza está nublada; nuestros pensamientos nunca terminan de completarse. Buscar una respuesta a una pregunta, o intentar recordar cómo hacer algo que hacemos a diario, como preparar una taza de té, puede parecer como vadear mentalmente una melaza. Los ojos nos escuecen y tratan de cerrarse. Podemos tener un dolor de cabeza punzante. Nos duelen todos los músculos, incluso los que no sabíamos que teníamos. Nuestra respiración puede ser dificultosa y respirar profundamente puede resultar pesado y casi doloroso. Cada una de nuestras extremidades se siente como si nuestro torrente sanguíneo hubiera sido sustituido por plomo. Todo nos duele. Estar de pie, sentarse, acostarse… todo parece demasiado duro. Todo parece que nuestro cuerpo necesita más apoyo. El sonido, la luz, los olores, los sabores y las cosas que tocamos pueden parecer demasiado, casi como si nos atacaran. El mundo puede parecer borroso o peludo, sobre todo en los bordes.
A pesar de todo esto, muchos de nosotros seguiremos intentando hacer todo lo que creemos que se espera de nosotros. Puede que nos sintamos frustrados con nosotros mismos por no ser capaces de hacer las cosas al mismo nivel que seríamos capaces de lograr si no estuviéramos tan cansados. Esta frustración suele verse exacerbada por nuestra incapacidad para entender por qué estamos tan cansados. A menudo sentimos que deberíamos “aguantar” y “estar mejor”.
Ansiedad constante
La ansiedad puede hacer que nos sintamos siempre heridos y en tensión. De hecho, es habitual imaginarse a alguien con ansiedad como una persona muy nerviosa e irritable, lista para atacar. En realidad, vivir con un trastorno de ansiedad puede ser absolutamente agotador. Por lo tanto, la fatiga crónica y la ansiedad suelen ir de la mano.
Si te encuentras en estado de fatiga la mayor parte del tiempo, es importante que consultes primero con un médico. Los síntomas de la fatiga crónica pueden ser causados por una condición médica en sí misma, como el síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, la fatiga también puede ser un síntoma de una condición médica, como el síndrome de fatiga crónica, o un efecto secundario de un medicamento. Estas posibles explicaciones de la fatiga crónica y la ansiedad deben descartarse primero mediante un examen físico. Sin embargo, si no hay ninguna enfermedad, la fatiga y el estrés que se experimentan pueden deberse a un trastorno de ansiedad no diagnosticado.
El trastorno de ansiedad generalizada, o TAG, es el más común de los trastornos de ansiedad. Casi 7 millones de adultos, o el 3,1% de la población adulta, luchan cada año contra el TAG, según la Anxiety and Depression Association of America. Los síntomas del TAG incluyen:
Cansado después de un periodo estresante
La ansiedad puede ser agotadora, abrumadora y agotadora. Y tiene sentido. La ansiedad hace que nuestro sistema nervioso se ponga en marcha. Con la ansiedad, uno está constantemente pensando y preocupándose en exceso. Relajarse no es fácil y esto, en sí mismo, puede causar fatiga; emocional y física. ¿Pero cómo lo sabes? ¿Cómo sabes que se trata de ansiedad y no de una fatiga normal, de una vida muy ajetreada?
Si prestas atención a tu cuerpo, verás que hay formas de distinguirlo. Si estás tratando de descubrirlo, intenta llevar un diario durante un par de semanas, para que realmente puedas tratar de detectar un patrón. Mientras tanto, aquí tienes algunas señales que debes buscar.