La ansiedad sube la tensión
Tensión arterial baja
Comportarse de forma aprensiva (ansiedad) hace que el cuerpo produzca la respuesta al estrés. La respuesta al estrés segrega inmediatamente hormonas del estrés en el torrente sanguíneo, donde viajan a puntos específicos del cuerpo para provocar cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales específicos que aumentan la capacidad del cuerpo para hacer frente a una amenaza, ya sea para luchar con ella o para huir de ella, razón por la cual la respuesta al estrés se conoce a menudo como la respuesta de lucha o huida.
Cuando las respuestas al estrés se producen con poca frecuencia, el cuerpo puede recuperarse con relativa rapidez de los cambios fisiológicos, psicológicos y emocionales que provoca la respuesta al estrés. En consecuencia, los cambios de la respuesta al estrés son temporales. En circunstancias normales, estos cambios desaparecen rápidamente y no presentan efectos a largo plazo.
Sin embargo, cuando las respuestas al estrés se producen con demasiada frecuencia y/o de forma dramática, el cuerpo tiene más dificultades para recuperarse, lo que puede hacer que el cuerpo permanezca en un estado semi-hiperestimulado, ya que las hormonas del estrés son estimulantes. Llamamos a este estado semi-hiperestimulado, hiperestimulación de la respuesta al estrés.
Hipotensión y ansiedad
Las situaciones de estrés pueden hacer que la tensión arterial se dispare temporalmente, pero ¿puede el estrés causar también hipertensión a largo plazo? ¿Podrían acumularse todos esos picos de presión arterial relacionados con el estrés a corto plazo y provocar una presión arterial alta a largo plazo? Los investigadores no están seguros.
Sin embargo, hacer ejercicio de tres a cinco veces por semana durante 30 minutos puede reducir el nivel de estrés. Y si tiene la tensión arterial alta, realizar actividades que le ayuden a controlar el estrés y a mejorar su salud puede suponer una diferencia a largo plazo en la reducción de su tensión arterial.
Su cuerpo produce una oleada de hormonas cuando se encuentra en una situación de estrés. Estas hormonas aumentan temporalmente la presión arterial al hacer que el corazón lata más rápido y los vasos sanguíneos se estrechen.
No hay pruebas de que el estrés por sí mismo provoque una presión arterial alta a largo plazo. Pero reaccionar al estrés de forma poco saludable puede aumentar el riesgo de padecer hipertensión, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. Ciertos comportamientos están relacionados con una mayor presión arterial, como:
Tensión arterial alta
La ansiedad es la respuesta física del cuerpo al estrés. La respiración agitada, la sensación de “mariposas” en el estómago o una repentina explosión de energía son manifestaciones físicas de la ansiedad. Sentirse ansioso a veces es completamente normal e incluso puede ser útil en ciertas situaciones. Todos tenemos una respuesta de lucha o huida, como si vieras un oso en el bosque, tu cuerpo generaría la epinefrina necesaria para correr rápidamente. Cuando se experimentan estos breves episodios de ansiedad, el aumento del ritmo cardíaco y un pico de presión arterial a corto plazo son probables y útiles. “La presión arterial varía en cada momento en todas las personas”, dice el doctor Evan Jacobs, médico de atención primaria del Conviva Care Center de Parkland, Florida. “Los factores de estrés como el dolor, el malestar o la ansiedad elevarán la presión arterial temporalmente y esto es una reacción normal”.
La presión arterial alta a largo plazo, también conocida como hipertensión, no es sólo el resultado temporal de una situación estresante – es cuando la presión arterial es consistentemente demasiado alta, según la Asociación Americana del Corazón. La hipertensión es una condición de salud común, casi la mitad de los adultos estadounidenses la tienen. Cuando los pacientes tienen la presión arterial elevada sin controlar, puede hacer que los pacientes se sientan ansiosos. Cuando la presión arterial se controla con medicación, los pacientes suelen sentirse más tranquilos y menos nerviosos.
Hipertensión arterial aguda
Muchos de los síntomas de un trastorno de ansiedad son angustiosos pero inofensivos. Mientras que el estrés a largo plazo puede dañar la salud con el tiempo, la mayoría de los síntomas de ansiedad no causan ningún daño duradero y no son indicativos de ningún problema de salud.
Una preocupación que muchos tienen sobre la ansiedad es su relación con la presión arterial alta (hipertensión). A diferencia de otros síntomas de ansiedad, la presión arterial alta puede ser peligrosa, especialmente en aquellas personas con riesgo de padecer enfermedades cardíacas. En este artículo, examinaremos la relación entre la ansiedad y la presión arterial alta, y analizaremos los efectos de vivir con este riesgo.
Antes de entrar en la relación entre la ansiedad y la presión arterial alta, la realidad es que hay que controlar la ansiedad para evitar que siga aumentando la presión arterial. Si tiene la tensión arterial alta -causada por la ansiedad o no-, está sometiendo a su cuerpo a un estrés considerable cada día. Reducir la ansiedad es uno de los primeros pasos para reducir el estrés de tu cuerpo.
La tensión arterial no es una constante. Cambia a lo largo del día, pasando de alta a baja según lo que estés haciendo, lo que hayas comido, cómo te sientas, etc. En cualquier momento puedes pasar por algún tipo de fluctuación de la presión arterial que cause una lectura alta, y esa lectura no dice nada sobre tu salud o bienestar general.