Me da ansiedad pensar en el futuro

Me da ansiedad pensar en el futuro

Ansiedad por el tiempo

Busco consejo estoicoEl título lo dice todo… Voy a terminar mi maestría en un año y aunque tengo una idea general en cuanto a lo que voy a hacer después (doctorado sobre todo) … He estado practicando el estoicismo desde hace un año y me ha ayudado mucho en los últimos años, pero no puedo deshacerme de este sentimiento de ansiedad en mi corazón cuando pienso en el futuro y en cómo voy a intentar, como mínimo, alcanzar mis objetivos. Incluso pensar en prepararme para estudiar en el extranjero hace que mi corazón se acelere por la ansiedad.Intento mantenerme en el presente pero se descontrola… El problema es que no me gusta la idea de que me vaya a estudiar al extranjero… Intento mantenerme en el presente, pero se me va de las manos… Me da miedo simplemente pensar en ello.

Ansiedad anticipatoria

¿Por qué tenemos estas preocupaciones? El futuro puede parecer bastante negativo debido a ciertos acontecimientos y situaciones en el mundo. Entre ellos, el impacto del coronavirus, los conflictos mundiales, la falta de empleo y el alto coste de la vida.

Las historias sobre estos temas llenan nuestras noticias las 24 horas del día. No es de extrañar que empecemos a sentirnos ansiosos por lo que pueda deparar el futuro. Podemos imaginar que el mundo nunca será igual, o que nunca habrá seguridad y certidumbre.

  Masaje estrés y ansiedad

A veces podemos sentir que no encajamos en la sociedad en la que vivimos. Puede que tengamos valores diferentes a los de nuestros compañeros y, por tanto, nos sintamos atraídos por opciones diferentes a las de ellos. Si vemos que nuestros amigos se van a la universidad o se embarcan en carreras de “alto vuelo”, podemos sentirnos abandonados.

Ver las vidas “perfectas” de otras personas en las redes sociales puede hacernos sentir que no tenemos futuro. Esto puede deberse a que elegimos de forma diferente a ellos, o a que tenemos menos oportunidades. Podemos empezar a creer que somos un fracaso total y eso puede ser realmente debilitante.

Hay algunas cosas en la vida sobre las que tenemos poco o ningún control. Por ejemplo, no podemos controlar cuántos puntos se exigirán para un determinado curso universitario. Pero podemos centrarnos en hacerlo lo mejor posible en la escuela.

Me siento ansioso por mi futuro

No soy la persona más optimista, lo admito, mi futuro, actualmente intentando entrar en la fuerza de trabajo, mirando a varias universidades, ¿es normal que esté temiendo todo? No se trata de una pregunta del tipo “¿A dónde voy en la vida después de esto?”, ya que tengo planes para ello (arquitectura, planificación urbana), sino que se trata más bien de ansiedad. Todo lo que pregunto es: ¿es normal que me sienta así?

  La ansiedad produce diarrea

Como mucha gente, confié en el sistema y en los adultos que me llevaban por el camino establecido, y esto me llevó a años de amargura y decepción. Ojalá hubiera tenido un poco más de miedo al salir del instituto.

¿Te gusta la arquitectura y el urbanismo? Intenta mirar el mundo con los ojos de un ingeniero. Cuáles son los conocidos, los conocibles y los incognoscibles. La mente humana es un hervidero de pensamientos aleatorios, muy inclinados a evitar el peligro. Podemos inventar todos los escenarios que queramos, pero eso no significa que sean hipótesis comprobables coherentes o planes concretos en los que merezca la pena invertir. Ojalá hubiera tenido algo así como un mentor y un consejero a esa edad, que me ayudara a descubrir una dirección hacia la que dirigirme en lugar de simplemente alejarme de esto o aquello.

Cómo no preocuparse por el futuro

Las bolsas bajo mis ojos eran tan oscuras como el cielo del atardecer la noche en que vi aparecer esas dos líneas rosas en el bastón blanco. Estaba embarazada, otra vez. Junto con la innegable alegría por el regalo de una nueva vida que crecía en mi interior, había una creciente corriente de ansiedad. Ya estaba agotada y agobiada por el cuidado de mis hijos de uno y dos años. ¿Cómo iba a manejar otro bebé? ¿Cómo iba a ser una buena madre para tres niños de tres años o menos?

  La biblia y la ansiedad

A medida que pasaban las semanas y mi vientre empezaba a hincharse, también lo hacía el constante torbellino de preocupaciones y preguntas. ¿Cómo cabría nuestra creciente familia en nuestra pequeña casa de alquiler, que ya se sentía demasiado apretada? ¿Cómo íbamos a permitirnos un coche en el que cupieran tres asientos? ¿Qué haría yo cuando mi marido estuviera de viaje y los tres niños necesitaran algo y yo no pudiera darles lo suficiente?

La alegría de esta nueva etapa de la maternidad se iba apagando bajo la oscuridad de mis pensamientos ansiosos. Me parecía imposible que pudiera hacer lo suficiente o ser lo suficiente para que las circunstancias que se avecinaban salieran bien.

Esta web utiliza cookies propias para su correcto funcionamiento. Al hacer clic en el botón Aceptar, acepta el uso de estas tecnologías y el procesamiento de tus datos para estos propósitos.Más información
Privacidad