Natacion para la ansiedad
¿Cómo puede la natación aportar la satisfacción de sus logros personales?
La tecnología nos ha ayudado a ser más inteligentes y a estar más conectados con los que nos rodean, pero la presión de estar constantemente conectados y actualizados ha provocado un aumento de la depresión y la ansiedad. La Organización Mundial de la Salud señala que los trastornos mentales afectan actualmente a millones de personas en todo el mundo, lo que significa que la depresión y la ansiedad se han convertido en graves problemas de salud en todo el mundo.
La buena noticia es que este repunte de los trastornos de salud mental ha llevado a muchos a dar prioridad a su salud general, ya sea cambiando su dieta o adoptando el ejercicio físico en general, que es estupendo para contrarrestar los efectos de la depresión y la ansiedad. Sin embargo, se ha comprobado que la natación es una práctica meditativa que, además, es un gran ejercicio.
No hace falta mucho para obtener los beneficios de la natación. De hecho, nadar durante tan sólo 30 minutos cada dos días, o al menos tres veces por semana, puede producir mejoras inmediatas en lo que respecta a su salud mental. Adquirir el hábito de hacer ejercicio también puede ayudarle a dormir mejor, lo que a su vez mejorará su estado de ánimo. Una de las mejores cosas de la natación es que es fácil de aprender; sólo hay que conocer unas cuantas brazadas básicas y a partir de ahí se puede seguir practicando para mejorar la técnica.
Depresión y natación
La natación en aguas abiertas está en la cresta de la ola de la popularidad, y por una buena razón. Los estudios demuestran que puede ayudar a la depresión, a la pérdida de peso, a reforzar el sistema inmunitario, a aumentar la forma física y la fuerza muscular y a aumentar la felicidad general. En mi caso, son los beneficios mentales los que realmente cambiaron el juego, pero inicialmente lo probé por razones físicas.Era junio de 2017, y estaba lesionado por correr, así que decidí tomar los triatlones para mantenerme en forma (añadir el ciclismo y la natación significaba reducir drásticamente la cantidad de carreras que estaba haciendo). Para practicar la natación, pedí prestado un traje de neopreno y me dirigí al Parque Acuático de Cotswold, que tiene varios lagos supervisados, con un amigo experimentado. Nunca me había metido en aguas abiertas -incluso en el mar siempre me mantenía en la profundidad- y me sentía muy temerosa.
Hace cuatro años, algunas madres de la escuela y yo decidimos probar la natación en aguas abiertas para cambiar la norma. Fue un amor al primer chapuzón. Estar en medio de la naturaleza y mirar al cielo fue increíble. Al principio usaba un traje de neopreno porque me daba más confianza en el agua y me permitía adaptarme gradualmente a las temperaturas más frías, pero ahora prefiero nadar con piel porque me encanta la sensación del agua, me siento más despierta”. Siempre he tenido ataques de depresión, pero creía que se debía a un desequilibrio químico fisiológico más que a un desencadenante psicológico o emocional. Acepté que necesitaba antidepresivos durante años para equilibrar mis niveles de dopamina y serotonina, las sustancias químicas del cerebro que me hacen sentir bien. Pero entonces la natación en aguas abiertas empezó a hacer lo que las pastillas hacían por mí. Me dio una sensación de equilibrio y bienestar y sentí que ya no necesitaba la medicación, así que empecé a dejarla.
La natación y la salud del cerebro
Estar en el agua o cerca de ella tiene algo de terapéutico y calmante. Ayuda a aumentar nuestra sensación de bienestar y felicidad. ¿Pero sabe por qué sentimos estos efectos positivos? A continuación, analizo lo que dice la ciencia.
Algunas investigaciones han demostrado que la natación puede ayudar a tratar el estrés. Por ejemplo, algunos estudios en ratas han descubierto que la natación puede ayudar a promover el crecimiento de nuevas células cerebrales en partes del cerebro que se descomponen durante el estrés crónico (a largo plazo).
Un flujo sanguíneo saludable es importante para mantener el cerebro sano y puede protegerlo de las toxinas dañinas. Un pequeño estudio ha descubierto que el mero hecho de estar en el agua aumenta el flujo sanguíneo al cerebro. Los participantes en el estudio fueron colocados en el agua hasta la altura del pecho. A continuación, los científicos midieron el flujo sanguíneo que llegaba al cerebro mientras estaban en el agua y cuando salían de la piscina. Estos hallazgos sugieren que la natación potencia la salud del cerebro.
Durante la pandemia, cuando se cerraron las piscinas, es posible que haya leído las noticias sobre un gran aumento de la natación al aire libre (también llamada “natación salvaje”). Parece que sumergirse en agua natural al aire libre también es especialmente bueno para el bienestar mental.
¿Por qué la natación es relajante?
Es esa época del año en la que los grandes eventos de natación a los que te habías apuntado hace varios meses se han convertido en algo inminente, y los nervios han aparecido. Puede que tengas que nadar una distancia más larga que la que has hecho antes, y con mucha más gente. Puede que las condiciones previstas no te favorezcan. Puede que hayas visto demasiadas fotos de medusas en Instagram. Cuando entres en el agua, puede que no seas el mismo de siempre, relajado. Olivia Weatherill, de SwimTrek, da algunos consejos para calmarse
Incluso para los nadadores más competentes, la imprevisibilidad de las aguas abiertas puede sorprendernos y asustarnos. Puede ser que veamos una medusa en el agua, que nos asuste la falta de visibilidad o que la altura de las olas crezca y se vuelva cada vez más intimidante. La sensación de ansiedad puede ser debilitante, pero también se puede calmar con las técnicas adecuadas.
Reconocer qué es lo que puede hacer que te sientas ansioso es el primer paso para afrontar los sentimientos de ansiedad. ¿Qué es lo que me asusta de esta situación? ¿Hay algo más en el agua conmigo, como otros nadadores, peces o plantas? ¿Es un oleaje inesperado? ¿Son los nervios por tener que rendir bien en una prueba? Intenta prepararte para ello con antelación y responde a estas preguntas para repetírtelas a ti mismo cuando aparezcan los sentimientos de ansiedad. Si le sobreviene un ataque de pánico cuando está en el agua, hay varias técnicas adicionales que pueden utilizarse para aliviar sus preocupaciones: