Alimentos que ayudan a la ansiedad y depresion
Ansiedad por el azúcar
Hay muchos factores, como la genética y las hormonas, que pueden contribuir al riesgo de que una persona sufra ansiedad y depresión. Sin embargo, muchos estudios están descubriendo también que la dieta puede tener un gran impacto en la salud mental.
El estudio realizó una revisión de 34 nutrientes y se centró específicamente en 12 que afirman tener un efecto positivo en esta salud mental (ácidos grasos omega-3, vitamina C, magnesio, hierro, vitamina B12, folato, zinc, potasio, selenio, tiamina, vitamina A y vitamina B6).
Lo que este estudio en particular y la mayoría de los otros concluyen ahora es que, cuando se ve como un enfoque holístico, en lugar de mirar a cada nutriente por separado, la dieta puede ser enormemente impactante para ayudar a las personas a prevenir y manejar los sentimientos de estrés, depresión, impotencia y ansiedad.
Todas las vitaminas y minerales de nuestra dieta interactúan entre sí de forma compleja y sirven como prueba adicional de la innegable conexión entre la mente y el cuerpo. Por lo tanto, para extender el autocuidado hacia la curación de la mente, también hay que nutrir el cuerpo, y viceversa.
Depresión alimentaria
Los síntomas de la ansiedad pueden hacer que te sientas mal. Hacer frente a la ansiedad puede ser un reto y a menudo requiere hacer cambios en el estilo de vida. No hay cambios en la dieta que puedan curar la ansiedad, pero vigilar lo que se come puede ayudar.
Los cambios en la dieta pueden mejorar el estado de ánimo general o la sensación de bienestar, pero no sustituyen al tratamiento. Los cambios en el estilo de vida, como la mejora de los hábitos de sueño, el aumento del apoyo social, el uso de técnicas de reducción del estrés y la práctica regular de ejercicio, también pueden ayudar. Tenga paciencia, ya que puede pasar algún tiempo antes de que estos cambios tengan efecto sobre su ansiedad.
Qué beber para calmar la ansiedad
Los alimentos fermentados como el miso, el tempeh, el chucrut y el kimchi contienen probióticos, las bacterias amistosas que viven en el tracto gastrointestinal y ayudan a defenderse de los patógenos y microbios dañinos. Comer más probióticos puede ayudar a cuidar tu microbioma intestinal, beneficiando potencialmente esa conexión intestino-cerebro.
Las cerezas contienen antioxidantes como la quercetina, que puede ayudar a promover la sensación de calma. Comer más frutas y verduras en general también se ha relacionado con la disminución de los síntomas de ansiedad y depresión y el aumento de los niveles de felicidad. Algunos estudios han demostrado que comer cinco o más raciones al día ayuda a mejorar el estado de ánimo, aunque, según los Centros de Control de Enfermedades, sólo el 10% de los estadounidenses cumplen esa recomendación.
Su perfil de sabor amargo es polarizante para algunos, pero una investigación prometedora podría inclinar la balanza a favor de una golosina frecuente. Un estudio basado en una encuesta de 2019 publicado en la revista Depression & Anxiety sugiere que las personas que comen chocolate negro con regularidad son menos propensas a reportar síntomas depresivos. Si bien se necesita más investigación para confirmar cualquier causalidad debido al tamaño limitado del estudio, agregar una pequeña cantidad en su rutina ciertamente no puede hacer daño.RELACIONADO: 10 de las marcas de chocolate más saludables del mercado
Ansiedad después de comer carbohidratos
La depresión es una enfermedad común. Aproximadamente 1 de cada 4 personas en el Reino Unido sufrirá un problema de salud mental cada año. La Organización Mundial de la Salud considera que la depresión es la principal causa de enfermedad en los países de renta alta. Por supuesto, el estado de ánimo puede fluctuar y la experiencia de un individuo con respecto a su estado de ánimo es única y depende de una serie de factores, incluidos los factores externos (como la situación en la que se encuentra o ha estado) y los factores internos como los procesos fisiológicos, como las fluctuaciones de las hormonas, los neurotransmisores y la disponibilidad de nutrientes. Por lo tanto, está claro que no hay un único mecanismo que pueda explicar todas las variaciones clínicas de la manifestación de la depresión.
Las investigaciones recientes se han centrado en los factores modificables para favorecer la salud general del cerebro y el estado de ánimo, así como en los “factores de riesgo” que intervienen en el desarrollo de la depresión. La “psiquiatría nutricional” es un área de investigación emergente que busca establecer el papel de la nutrición en las condiciones de salud mental, y cómo los nutrientes específicos pueden ser aplicables y de apoyo.