Efectos de la ansiedad en el cerebro
Cómo afecta la ansiedad al cerebro
El estrés exacerba las enfermedades mentales como la depresión, pero también parece aumentar el riesgo de demencia, lo que sugiere un mecanismo común para el desarrollo del deterioro afectivo y cognitivo inducido por el estrés. El objetivo de esta revisión es abordar la cuestión de si la ansiedad “daña” el cerebro, e identificar los posibles mecanismos de la relación entre el estrés y las enfermedades neuropsiquiátricas.
Los trastornos de ansiedad se asocian a alteraciones en el neurocircuito del miedo, de manera que los procesos “ascendentes” de la amígdala que responden a la amenaza son exagerados, y la regulación de estos procesos por parte de la corteza prefrontal (CPF) y el hipocampo se ve afectada. La exposición crónica al estrés también altera el neurocircuito del miedo, ya que aumenta el funcionamiento de la amígdala y provoca una degeneración estructural del CPF y el hipocampo, lo que inhibe el control del CPF y el hipocampo sobre la respuesta al estrés. Las intervenciones farmacológicas (por ejemplo, medicamentos antidepresivos) y no farmacológicas (terapia cognitivo-conductual, ejercicio) pueden revertir el daño inducido por el estrés en el cerebro.
Qué causa la ansiedad severa en el cerebro
La ansiedad se produce cuando una parte del cerebro, la amígdala, detecta problemas. Cuando percibe una amenaza, real o imaginaria, hace que el cuerpo se llene de hormonas (incluido el cortisol, la hormona del estrés) y adrenalina para que el cuerpo sea fuerte, rápido y poderoso. Esta es la respuesta de lucha o huida y nos ha mantenido vivos durante miles de años. Es lo que los cerebros fuertes y sanos están destinados a hacer.
Los niños que tienen problemas de ansiedad suelen padecer un trastorno de ansiedad generalizada (TAG), una fobia o un trastorno obsesivo-compulsivo (TOC). Estos trastornos se consideraban antes como enfermedades “de adultos”, pero los profesionales de la salud mental están descubriendo que son cada vez más frecuentes en niños menores de dieciocho años.
Un cerebro ansioso es un cerebro fuerte y sano que es un poco sobreprotector. Es más probable que perciba una amenaza y pulse el botón del pánico “por si acaso”. Una de las cosas más terribles de la ansiedad es la forma en que se lanza sin previo aviso, y a menudo sin necesidad, enviando a un cuerpo desprevenido a luchar o huir innecesariamente. Para los niños con ansiedad, cualquier situación que sea nueva, desconocida, difícil o estresante cuenta como una amenaza potencial. La respuesta de lucha o huida se produce de forma automática e instantánea, enviando neuroquímicos a través de sus cuerpos, preparándolos para la lucha o la huida.
Efectos de la ansiedad en el organismo
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, más de 40 millones de personas mayores de 18 años en Estados Unidos sufren algún trastorno relacionado con la ansiedad. Otros millones no son diagnosticados cada año. Estas estadísticas son un recordatorio de las muchas personas que viven con trastornos de ansiedad y sus efectos cada día. La ansiedad no sólo afecta a la salud mental, sino también a la física. La ansiedad puede provocar enfermedades físicas. Estas enfermedades pueden ser temporales, pero la preocupación y el estrés excesivos pueden causar graves problemas de salud, entre otros:
Ahora que estamos familiarizados con los efectos físicos de la ansiedad, vamos a hablar de lo que le ocurre al cerebro cuando se experimenta ansiedad. Antes de que empiece a sentir los efectos físicos de la ansiedad, su cuerpo está trabajando para procesar sus emociones. Estoy seguro de que has sentido esa sensación familiar de ansiedad; aumento del ritmo cardíaco, un pozo en el estómago, etc. La ansiedad forma parte de la respuesta natural del cuerpo al miedo y al estrés. A veces se denomina respuesta de lucha o huida, la ansiedad la desencadena y su sistema se inunda de norepinefrina y cortisol, ambos diseñados para dar un impulso a la percepción, los reflejos y la velocidad en situaciones de peligro. Tu cuerpo se está preparando para sobrevivir. El aumento del ritmo cardíaco envía más aire a los pulmones para prepararse para lo que pueda ocurrir.
Cómo afecta la ansiedad al cerebro y al cuerpo
ResumenExperimentar ansiedad ocasionalmente es una parte normal de la vida. Sin embargo, las personas con trastornos de ansiedad suelen tener una preocupación y un miedo intensos, excesivos y persistentes ante situaciones cotidianas. A menudo, los trastornos de ansiedad implican episodios repetidos de sentimientos repentinos de intensa ansiedad y miedo o terror que alcanzan un pico en cuestión de minutos (ataques de pánico).
Estos sentimientos de ansiedad y pánico interfieren en las actividades cotidianas, son difíciles de controlar, no guardan proporción con el peligro real y pueden durar mucho tiempo. Es posible que se eviten lugares o situaciones para evitar estas sensaciones. Los síntomas pueden comenzar durante la infancia o la adolescencia y continuar en la edad adulta.
Algunos ejemplos de trastornos de ansiedad son el trastorno de ansiedad generalizada, el trastorno de ansiedad social (fobia social), las fobias específicas y el trastorno de ansiedad por separación. Se puede tener más de un trastorno de ansiedad. A veces, la ansiedad es el resultado de una afección médica que necesita tratamiento.
Es posible que tus preocupaciones no desaparezcan por sí solas y que empeoren con el tiempo si no buscas ayuda. Consulte a su médico o a un profesional de la salud mental antes de que su ansiedad empeore. Es más fácil de tratar si buscas ayuda a tiempo.