Ansiolíticos naturales para calmar la ansiedad
Dieta contra la ansiedad
Según el Instituto Nacional de Salud Mental, los trastornos de ansiedad son la enfermedad mental más común en Estados Unidos. Son 40 millones de adultos -el 18% de la población- que luchan contra la ansiedad. La ansiedad y la depresión suelen ir de la mano, ya que aproximadamente la mitad de las personas con depresión también sufren ansiedad.
Las terapias y los medicamentos específicos pueden ayudar a aliviar la carga de la ansiedad, pero sólo un tercio de las personas que la padecen buscan tratamiento. En mi consulta, parte de lo que comento al explicar las opciones de tratamiento es el importante papel de la dieta para ayudar a controlar la ansiedad.
Además de las pautas saludables como llevar una dieta equilibrada, beber suficiente agua para mantenerse hidratado y limitar o evitar el alcohol y la cafeína, hay muchas otras consideraciones dietéticas que pueden ayudar a aliviar la ansiedad. Por ejemplo, los hidratos de carbono complejos se metabolizan más lentamente y, por tanto, ayudan a mantener un nivel de azúcar en sangre más uniforme, lo que genera una sensación de mayor calma.
Una dieta rica en cereales integrales, verduras y frutas es una opción más saludable que comer muchos carbohidratos simples que se encuentran en los alimentos procesados. El momento de comer también es importante. No te saltes las comidas. Hacerlo puede provocar bajadas de azúcar en la sangre que le hagan sentirse nervioso, lo que puede empeorar la ansiedad subyacente.
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El uso de la medicina complementaria y alternativa en todas sus variedades, como los remedios a base de hierbas y los suplementos dietéticos, aumentó del 34 por ciento de la población general de EE.UU. en 1990 al 42 por ciento en 1997.1 El uso parece ser dos veces mayor en las personas que informan de ansiedad y depresión que en las que informan de cualquier otro problema, excepto el dolor de espalda y cuello.1 Basándose en los resultados de dos encuestas comunitarias a gran escala,2,3 los investigadores han observado una asociación entre el trastorno de pánico y la depresión mayor y el uso de la medicina complementaria y alternativa.
Actualmente, el tratamiento preferido para los trastornos de ansiedad es la terapia cognitivo-conductual y los agentes farmacológicos. Los betabloqueantes o las benzodiacepinas se utilizan para los trastornos de ansiedad limitados en el tiempo y predecibles, mientras que los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina (ISRS), los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina-norepinefrina, los antidepresivos tricíclicos, la buspirona (Buspar) o los inhibidores de la monoaminooxidasa se prefieren para los trastornos de ansiedad crónicos o recurrentes.
Alivio instantáneo de la ansiedad
Es habitual que cosas que pueden haber ocurrido en el pasado, ya sea de niño, adolescente o adulto, desencadenen ansiedad en ese momento, así como durante muchos años después. Estas experiencias incluyen el maltrato físico o emocional, el abandono, el acoso o la exclusión social o la pérdida de uno de los padres.
Las situaciones o problemas de la vida actual pueden hacer que las personas se sientan ansiosas. Algunos ejemplos son tener que trabajar muchas horas, sentirse solo, tener problemas de dinero, estar desempleado, sentir la presión de los estudios o sentirse agotado.
Este tipo de problemas hace que las personas se sientan ansiosas o que su ansiedad empeore. Los problemas de salud graves y continuos pueden provocar ansiedad. También es frecuente que las personas desarrollen ansiedad mientras se enfrentan a otros problemas de salud mental, como la depresión.
La ansiedad puede surgir a menudo por cambios inesperados en la rutina diaria. Para muchos, los trastornos del cierre nacional han desencadenado sentimientos de incertidumbre y duda sobre el futuro, lo que puede contribuir a la ansiedad. Si se ha preocupado por su salud mental durante el cierre, sepa que no está solo.
Cómo calmar un ataque de ansiedad
La ansiedad puede ser una condición incapacitante que va acompañada de estrés a largo plazo y un deterioro de la salud en general. Contribuye a muchas enfermedades crónicas, incluso cuando se trata con medicamentos convencionales. Por eso es necesario utilizar remedios naturales para la ansiedad y otros trastornos del estado de ánimo que aborden la raíz del problema en lugar de poner una tirita a los síntomas.
De hecho, la ansiedad puede afectar a personas de todas las edades, con una prevalencia a lo largo de la vida de entre el 4,3 y el 5,9 por ciento. Además, entre el 40 y el 60 por ciento de las personas con ansiedad experimentan signos de depresión, lo que la convierte en una afección aún más grave y difícil de tratar adecuadamente. (1) Y las investigaciones demuestran que las personas con ansiedad no pueden conseguir una remisión a corto o largo plazo, con tasas de remisión tan bajas como el 38 por ciento después de cinco años. (2)
La buena noticia es que hay muchos remedios naturales para la ansiedad que son seguros y no causan efectos secundarios adversos como tantos medicamentos contra la ansiedad. Si sigue una dieta limpia y equilibrada que contenga nutrientes importantes como las vitaminas del grupo B, el magnesio y los omega-3, y utiliza aceites esenciales para la ansiedad, notará una diferencia inmediata en su estado de ánimo, sus niveles de energía y sus patrones de sueño.