Relajarse ante la ansiedad

Cómo calmar la ansiedad en el momento

La directora general de una empresa emergente está sentada en la oficina que ha alquilado recientemente para su compañía de rápido crecimiento. Es hora punta, pero las calles de fuera están tranquilas, al igual que los 600 cubículos vacíos de la puerta de su oficina. Ayer mismo, su equipo directivo tomó la difícil pero crucial decisión de enviar a todo el mundo a casa para trabajar en el futuro inmediato. En 30 minutos tiene que dirigir una videoconferencia para tranquilizar a sus empleados. Pero está desanimada, ansiosa y simplemente asustada.

¿Cómo puede dirigir con autoridad y fuerza cuando se siente ansiosa? ¿Cómo puede inspirar y motivar a los demás cuando su mente y su corazón van a toda velocidad? Y si ocultas el miedo en un intento de ser un líder, ¿a dónde va a parar?

La ansiedad, por supuesto, tiene un propósito. Nos protege de los daños. El psicólogo Rollo May escribió por primera vez en 1977: “Ya no somos presa de tigres y mastodontes, sino del daño a nuestra autoestima, del ostracismo de nuestro grupo o de la amenaza de salir perdiendo en la lucha competitiva”. La forma de la ansiedad ha cambiado, pero la experiencia sigue siendo relativamente la misma”. En otras palabras, aunque a los humanos de hoy no nos persiguen los depredadores, nos persigue la incertidumbre sobre la salud de nuestros seres queridos, si tendremos trabajo la semana que viene o el año que viene, si nuestra empresa quebrará… preocupaciones que provocan las mismas respuestas neurológicas y físicas.

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Síntomas de ansiedad inducidos por la relajación

En esta sección abordamos las cosas que puede hacer por su cuenta para trabajar con el miedo y la ansiedad. No cubrimos las numerosas y valiosas técnicas y terapias disponibles cuando se trabaja con psicólogos profesionales u otros proveedores. Éstas son esenciales para las personas que han sufrido un trauma o que padecen miedo o ansiedad intensos.

La única manera de afrontar el miedo es enfrentarse a él. Evitar nuestros miedos sólo nos impide avanzar: nos hace sentirnos ansiosos. Pero sé amable contigo mismo y haz sólo lo que te parezca seguro.    Si notas que te entra más pánico, tómate un descanso y busca algo agradable o reconfortante en lo que fijarte o hacer. Si después te sientes seguro, puedes intentar explorar tu miedo de nuevo, tomando descansos según sea necesario. Si te resulta difícil abordar los miedos crónicos o la ansiedad por tu cuenta, ten en cuenta que los terapeutas pueden ser de gran ayuda para trabajar las estrategias de evitación. Si has sufrido un trauma, es especialmente importante trabajar con un terapeuta para crear un entorno seguro en el que puedas enfrentarte a tu miedo y reconstruir tus recuerdos.

Ansiedad que tensa los músculos de la cara

Mucha gente confunde la relajación con la recreación, por lo que es necesario que las personas que padecen trastornos de ansiedad aprendan a relajarse correctamente mediante la eliminación de toda la tensión muscular y el estrés. Esto no se consigue simplemente “poniendo los pies en alto”, sino aprendiendo la relajación muscular adecuada y practicándola con regularidad. No sólo debe utilizarse cuando el enfermo sienta pánico o estrés, sino que debe convertirse en una parte habitual de la vida cotidiana como mecanismo de prevención.

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La relajación es exactamente lo contrario de la tensión, lo que significa que si se practica la relajación con regularidad, muchos de los síntomas de la tensión nerviosa desaparecerán. Después de practicar bastante la relajación, no debería tener dificultades para conciliar el sueño y éste será más profundo y reparador. También descubrirá que tiene más energía para trabajar y jugar. La concentración y la agudeza mental deberían mejorar. La relajación profunda es una habilidad que no se aprende en un día; cuanto más se practique, antes se notarán los beneficios.

Cómo relajar los músculos tensos de la cara

Muchos de nosotros estamos ansiosos y buscamos formas de estar más relajados. Nos piden que meditemos, que respiremos profundamente o que creemos una imagen visual tranquilizadora en nuestra mente. Intentamos estas actividades una y otra vez sin resultados positivos. Es posible que podamos relajarnos cuando realmente no nos concentramos en hacerlo.

Actividades como leer, ver la televisión o tumbarse en la playa pueden resultar calmantes y rejuvenecedoras. Pero esto es diferente de pasar de un estado de pánico a un lugar de relajación. Somos muchos los que no podemos conseguirlo. Entonces nos sentimos frustrados y, más tarde, avergonzados por no ser capaces de hacer algo tan fundamental como pasar a un estado de relajación.

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¿Por qué es tan difícil de dominar? Hay varias razones para ello. No estás loco, ni eres débil mental ni malo. Probablemente has interiorizado que posees una o todas estas características. La vergüenza que llevas encima hace que sea difícil pensar en ello o procesarlo. Seguramente eres reacio a hablar de esto con los demás por miedo a que te vean como un bicho raro o mentalmente inestable. Espero que puedas aprender de este artículo que tus sentimientos no son inusuales y que te será muy útil hablar de este problema con otros.

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