Ansiedad todo me molesta
Trastorno de ansiedad generalizada
En una encuesta realizada por la Fundación para la Salud Mental, el 32% de las personas afirmaron tener un amigo o familiar cercano que tenía problemas para controlar su ira y el 28% de las personas afirmaron estar preocupadas por el enfado que sienten a veces.
A pesar de que los problemas de ira pueden tener un efecto tan perjudicial en nuestra vida familiar, laboral y social, la mayoría de las personas que los padecen no piden ayuda. En la misma encuesta de la Fundación para la Salud Mental, el 58% de las personas dijo no saber dónde buscar ayuda.
Si la ira incontrolada desemboca en violencia doméstica, o en un comportamiento amenazante dentro de su hogar, hable con su médico de cabecera o póngase en contacto con una organización dedicada a la violencia doméstica, como Refuge, Scottish Women’s Aid, Abused Men in Scotland, The LGBT Domestic Abuse Project o Survivor Scotland.
Prueba de trastorno de ansiedad generalizada
Ser capaz de reconocer cuándo se está siendo injusto es una habilidad que merece la pena desarrollar. Una vez que puedas hacerlo, será más fácil darte cuenta de que algo te molesta para poder solucionarlo, en lugar de descargar tu frustración en los demás.
Recuerda que no puedes cambiar todo lo que ocurre en el mundo, pero sí puedes cambiar tu forma de reaccionar ante él. Cuanto mejor sepas manejar el estrés, menos problemas tendrás. Echa un vistazo a la información sobre el manejo del estrés y la ira para aprender a lidiar con las cosas que te afectan.
Síntomas de ansiedad
Esta sección ofrece información sobre los trastornos de ansiedad. Explica los síntomas, los tratamientos y la forma de controlar un trastorno de ansiedad. Esta información es para las personas afectadas por trastornos de ansiedad en Inglaterra que tengan 18 años o más. También es para sus cuidadores, amigos y familiares y cualquier persona interesada en este tema.
Todos tenemos a veces sentimientos de ansiedad, preocupación y miedo. Pueden ser respuestas normales a determinadas situaciones. Por ejemplo, puedes preocuparte por una entrevista de trabajo o por pagar una factura a tiempo. Estos sentimientos pueden hacerte consciente de los riesgos y de lo que debes hacer en una situación difícil o peligrosa. Esta reacción se conoce como “lucha o huida”.
El cerebro responde a una amenaza o peligro liberando hormonas del estrés, como la adrenalina y el cortisol. Aunque el peligro no sea real, estas hormonas provocan los síntomas físicos de la ansiedad. Una vez que la situación amenazante ha cesado, el cuerpo suele volver a la normalidad.
Pero si padeces un trastorno de ansiedad, estas sensaciones de miedo y peligro pueden ser continuas e interrumpir tu rutina diaria mucho después de que la amenaza haya desaparecido. Pueden hacerle sentir que las cosas son peores de lo que realmente son.
Cómo dejar de estar molesto
La ansiedad y el exceso de pensamiento suelen ser malos compañeros. Una de las características más horribles de cualquier tipo de trastorno de ansiedad es la tendencia a pensar demasiado en todo. El cerebro ansioso está hipervigilante, siempre al acecho de cualquier cosa que perciba como peligrosa o preocupante. Me han acusado de crear problemas donde no los hay. Sin embargo, para mí sí hay problemas. ¿Por qué? Porque la ansiedad me hace pensar demasiado en todo. La ansiedad nos hace pensar demasiado en todo de muchas maneras diferentes, y el resultado de este exceso de pensamiento no es útil en absoluto. Afortunadamente, la ansiedad y el hecho de pensar demasiado en todo no tiene por qué ser una parte permanente de nuestra existencia.
Un efecto de cualquier tipo de ansiedad es pensar demasiado en todo. Hay temas comunes en la forma en que la ansiedad provoca el exceso de pensamiento. Tal vez esta lista genérica le recuerde los pensamientos acelerados específicos que experimenta y le ayude a darse cuenta de que no es el único que piensa demasiado en todo a causa de la ansiedad.
Con la ansiedad, no sólo estos pensamientos (y otros más) recorren nuestro cerebro, sino que lo hacen siempre, sin parar, sin cesar. Como un jerbo conectado a un goteo interminable de una bebida energética, corren y corren y dan vueltas en un lugar, sin ir absolutamente a ninguna parte. Día y noche, la rueda chirría.